Durante cuatro años, la Agencia de Protección Ambiental hizo de la justicia ambiental una de sus mayores prioridades, trabajando para mejorar las condiciones de salud en comunidades altamente contaminadas, compuestas en gran parte por personas de raza negra, latinos y estadounidenses de bajos ingresos.
Ahora, esa era ha terminado.
No cree en el cambio climático
El presidente Donald Trump, en su primera semana, eliminó un equipo de asesores de la Casa Blanca cuya tarea era asegurar que todo el gobierno federal ayudara a las comunidades ubicadas cerca de industrias pesadas, puertos y carreteras.
Trump eliminó la iniciativa “Justice40” que había creado la administración Biden.
Esta requería que el 40% de los beneficios de ciertos programas ambientales se destinara a comunidades gravemente afectadas.
Ahora, cuando el gobierno revise nuevas instalaciones, probablemente ignorará cualquier factor que pueda exacerbar la contaminación que las comunidades ya experimentan, dicen expertos.
No existe contaminación para Trump
Las acciones de Trump probablemente detendrán los fondos de la ley climática insignia de la administración de Biden.
Se podría derogar la Ley de Reducción de la Inflación, para programas climáticos y de justicia ambiental.
Trump eliminó una política federal que se remonta a la era de Clinton, que había establecido como prioridad gubernamental abordar los problemas de salud ambiental para los grupos de bajos ingresos y minorías.
También retiró a la nación del Acuerdo de París destinado a combatir el cambio climático.