Mire donde mires, la Inteligencia Artificial está comiéndose cada vez más a nuestros sectores profesionales. Por lo tanto, las personas ya se cuestionan si la Inteligencia Artificial podría reemplazar dentro de poco a los médicos. Pero, ¿puede realmente ser el caso?
Nosotros pensamos que no. Por eso te queremos dar aquí 5 razones por las que la Inteligencia Artificial no acabará sustituyendo a los médicos.
1. La IA es una herramienta y no un sustituto
La Inteligencia Artificial ya no es algo para la ciencia ficción. Su valor y uso ha sido reconocido, particularmente en el ámbito digital. Porque la Inteligencia Artificial ya está asistiendo tanto a tiendas online, cómo también a las redes sociales e incluso a las plataformas con juegos con dinero real para personalizar las experiencias de los usuarios e incluso para mejorar los departamentos de atención al cliente.
Este fenómeno está comenzando a manifestarse en nuestro sector sanitario, aunque existen restricciones.
No obstante, la Inteligencia Artificial no tiene la capacidad de replicar la empatía y la confianza. Esto es atribuible a que los médicos de alta calidad escuchan atentamente y responden de manera que evidencia su comprensión de sus pacientes.
Esta vinculación emocional reviste particular importancia, especialmente durante las discusiones críticas acerca de la asistencia sanitaria. Debido a que la serenidad y el confort deben estar constantemente presentes en la asistencia sanitaria.
2. Los problemas complejos sólo los resuelven los médicos inteligentes
Los problemas complejos únicamente pueden ser solucionados por médicos inteligentes.
La disciplina médica no se caracteriza por su simplicidad. Exige la resolución de problemas complejos y no lineales que la Inteligencia Artificial no puede abordar de manera autónoma.
Por ejemplo, el diagnóstico de una patología rara. En este caso también se aplica a la evaluación de diversos síntomas que no indican de manera inmediata una enfermedad específica.
Para la interpretación definitiva y las determinaciones diagnósticas, hace falta la experiencia de un médico. Eso sí, la Inteligencia Artificial puede suministrar datos. Es crucial que los médicos empiecen a combinar ambos aspectos, ya que a la larga puede llegar a crear muchos mejores resultados.
3. Las tecnologías avanzadas siguen requiriendo supervisión humana
Conforme continúen los avances médicos, se tornan cada vez más complejas. Por lo tanto, es imperativo mantener la presencia de expertos. En última instancia, la habilidad del cerebro humano para captar e interpretar grandes volúmenes de información es insuperable.
La excelencia de la asistencia se deriva de un equilibrio complejo entre la tecnología innovadora para facilitar las tareas y la supervisión humana.
Los facultativos y las profesionales de enfermería tienen la responsabilidad de interpretar sus descubrimientos en el contexto del estado, los antecedentes y los síntomas del paciente.
4. Ciertas tareas no pueden automatizarse
El personal médico asume a diario una serie de responsabilidades rutinarias pero esenciales. Aquí estamos hablando por ejemplo de la gestión administrativa y la atención manual al paciente. A pesar de que algunas de estas operaciones pueden ser automatizadas, otras, como los procedimientos de urgencia, no.
La Inteligencia Artificial tiene la capacidad de proporcionar apoyo. Lo que no puede hacer es reemplazar la habilidad humana para llevar a cabo tareas físicamente. Por ejemplo, la Inteligencia Artificial puede monitorizar la salud y contribuir al control de las constantes vitales, pero el contacto humano resulta indispensable en las respuestas de emergencia. Porque aquí las decisiones se toman en fracciones de segundos para salvar vidas.
5. Cooperación en lugar de competencia
La humanidad lleva décadas temiendo que la tecnología pudiera suplantar a los seres humanos de algún modo. Sin embargo, aún no estamos ahí. De momento, la Inteligencia Artificial está ahí para complementar de forma elegante a las habilidades humanas – y no para dejarlas de lado.
Las investigaciones demuestran que los resultados de los seres humanos son muy superiores a los alcanzados por las herramientas de Inteligencia Artificial. Un ejemplo ilustrativo de ello es el diagnóstico de afecciones.
Esta sinergia demuestra también que la cooperación constituye el porvenir de la asistencia sanitaria y optimiza los resultados de los pacientes.
¿Entonces, qué pasará?
La Inteligencia Artificial ya se integra adecuadamente en nuestro complejo sistema de salud. No obstante, es imperativo que la tecnología complemente las funciones de los médicos, en lugar de simplemente suplantarlas. Indudablemente, su incorporación en el campo médico puede potenciar la eficacia global.
No obstante, demanda la atención compasiva y los conocimientos especiales que están exclusivamente reservados para los seres humanos.
El fundamento de nuestro sistema de salud se encuentra en la colaboración entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana. Las dos partes deben obtener beneficios recíprocos, propiciando avances sin precedentes en la asistencia sanitaria.