El crimen organizado que aterroriza a Chile es un problema global que incluso ha llegado a países emblema del bienestar social como Suecia, donde el crimen avanza de manera brutal y con un componente que hay que poner atención: Niños asesinos a sueldo o sicarios. 

El siguiente es un artículo que publica The Telegraph y que reproducimos íntegramente por su relevancia:

Los niños provocan una oleada de asesinatos por encargo mientras bandas suecas explotan un vacío legal

Fernando, un sicario de una banda de narcóticos sueca, revisa su teléfono mientras suenan sus últimas órdenes: recoger las armas, ir a la puerta principal del objetivo y disparar hasta quedarse sin balas.

—Sí, lo entiendo, hermano —responde con naturalidad. Coge dos pistolas, un fusil Kalashnikov y un cómplice y se apresura a ir a por su objetivo en un suburbio de Estocolmo.

Pero no se trata de un asesinato común y corriente. Fernando tiene 14 años, es un asesino adolescente que estaba jugando a un videojuego de la FIFA en su club juvenil cuando recibió las órdenes por mensaje de texto.

Él es uno de las docenas de asesinos a sueldo de niños en Suecia , reclutados por intermediarios de pandillas en las redes sociales que pagan hasta 150.000 coronas (13.000 libras esterlinas) por trabajo, es decir CLP$ 16.131.271.-

El número de casos de asesinatos en los que están implicados menores de edad en Suecia, que tiene la tasa de violencia armada per cápita más alta de la UE, se ha disparado durante el último año. Las cifras aumentaron de 31 cargos en los primeros ocho meses de 2023 a 102 en el mismo período de este año, según la fiscalía sueca.

Los fiscales y la policía suecos afirman que el uso de niños, muchos de ellos de origen pobre o extranjero, para cometer asesinatos a esa escala no tiene precedentes. Un caso reciente afectó a un niño de tan sólo 11 años.

‘Ellos no lloran’

Los jefes de la policía sueca dicen que están profundamente perturbados por la corta edad de los asesinos a sueldo y la falta de emoción que muestran cuando son detenidos.

«Los investigadores me dicen que algunos de ellos están muy tranquilos, no lloran, no dicen nada o no hacen comentarios. Carecen totalmente de empatía», afirma Carin Götblad, jefa de policía del Departamento Nacional de Operaciones de Estocolmo.

“Algunas personas dicen que no entienden lo que han hecho. Puede que no entiendan del todo las consecuencias de lo que han hecho, pero si tienes 14 años y disparas a una persona en la cabeza, entenderás que ese hombre está muerto”, afirmó.

Muchos de los niños provienen de un entorno migrante, como los que llegaron a Suecia durante la crisis de refugiados de 2015. Algunos no han logrado integrarse en la sociedad sueca . , y esa es “una pieza” del rompecabezas, dijo.

Subrayó que los asesinos a sueldo de niños representan una proporción muy pequeña de la población joven en Suecia. “Se están logrando algunos avances” en la cooperación con los países donde se esconden los líderes de las bandas para llevarlos ante la justicia, añadió.