Con un costo de $6.800 millones, con fondos del Ministerio del Interior, Carabineros cuenta desde el jueves pasado con dos drones Camcopter s-100, adquiridos a la empresa austriaca Schiebel Aircraft GmbH.
Las nuevas aeronaves cuentan con mayor autonomía y la distancia que pueden recorrer y alejarse del operador como la potencialidad que tienen sus cámaras para detectar movimiento de personas, hacen de estos drones únicos en la región.
La propia ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo que “su utilidad va a significar presencia, vigilancia, tiempos de respuesta más efectivos ante acciones que ameritan desplegarnos con los equipos terrestres, detección de incendios, identificación de personas extraviadas o de vehículos. En definitiva, es un servicio muy potente para la seguridad”.
Las aeronaves permiten la transmisión simultánea de video a una estación de control y proporcionan almacenamiento y procesamiento de las imágenes. Asimismo, se puede realizar una planificación completa de misiones con mapas integrados.
Las nuevas aeronaves no tripuladas no necesitan una zona preparada, ni equipos de lanzamiento o recuperación, opera de día y noche en condiciones meteorológicas adversas, tanto en tierra como en el mar.
Además, puede transportar cargas útiles de hasta 50 kg, contando con una autonomía de 10 horas y un alcance de 200 Km y una altitud máxima de vuelo de 5.500 metros.