Es un hecho de alcance mundial. Creyentes y no creyentes no son indiferentes a su acontecimiento.
Por momentos, el sentido del hecho se pierde y se confunde con una extrema mercantilización que nubla casi totalmente el nacimiento de un niño, en un pesebre extremadamente pobre.
Antes de su nacimiento, perseguido con extrema violencia. Hijo de una familia migrante.
De allí surge el paradigma ético y valórico más relevante en la historia de buena parte de la Humanidad.
Los relatos señalan un territorio de ese mágico nacimiento.
Año a año, ese hecho resignifica en importante medida el acontecer del mundo.
En el 2024, Gaza es el punto vital de la Navidad. Pero no es por la vida, ni porque el hecho plagado de vida pueda tener un referente en el presente.
Muy por el contrario. Es la muerte; el asesinato; el crimen de miles y miles de personas, muchas de ellas niños y niñas.
Muchas voces se levantan para señalar la impotencia; el asombro; la estupefacción.
Pero el hecho está ahí, y continúa.
En Chile, nuestro país, existe una larga tradición respecto de la Navidad. Y por cierto tiene un alcance mucho más allá de todas las iglesias cristianas que existen y han existido.
Esa tradición, refiere a darle un valor a la solidaridad; a superar la pobreza y la marginalidad, especialmente la infancia; a la sencillez; al sentido comunitario de la vida; a la igualdad.
Chile es un país en donde, históricamente, han coexistido doctrinas, creencias; ideologías; religiones. En ese contexto, se ha construido el paradigma de la Navidad cristiana.
De múltiples formas, la cultura popular chilena, esa diversa, heterogénea y multifascética, ha aportado significativamente a esta tradición. Se trata de una Navidad llena de arte; de sentido valórico; de comunidad entre iguales.
Múltiples actividades en estos días muestran esta fasceta.
Y por todo eso, Gaza no puede ser excluído.
Tampoco las fragmentaciones y desigualdades que recorren el paisaje humano de nuestro país, aunque a la élite le cueste tanto reconocer esas realidades.
Y se busque encubrir con mercantilización y espectacularización algo que tiene un profundo sentido de trascendencia, para algunos religiosa, para otros, propiamente humanista.
La Navidad es esperanza
Juan Andrés Lagos, es periodista, académico y encargado de relaciones políticas del Partido Comunista de Chile