Por: Juan Andrés Lagos. Académico; periodista; encargado de relaciones políticas del Partido Comunista
En los próximos días, se dará a conocer oficialmente el PLAN DE CONSTRUCCION NAVAL CONTINUA.
Se trata de un asunto estratégico, que generará empleos; transferencia tecnológica; encadenamiento productivo; y una línea permanente de producción nacional vinculada a objetivos e intereses nacionales del Estado de Chile.
Es un esfuerzo de reindustrialización que incide en toda la economía, no sólo en una parte de ella. Pero también se relaciona con cuestiones fundamentales de Soberanía Nacional.
Guardando las proporciones históricas; económicas y políticas, el Plan que se anunciará se puede relacionar con los esfuerzos estratégicos que, especialmente en el gobierno del Presidente Salvador Allende, se realizaron para industrializar la economía nacional; su encadenamiento productivo; la generación de empleo y el desarrollo tecnológico con alto impacto económico.
Lo que se hizo en el gobierno de la Unidad Popular tuvo asentamientos previos:
Nada es episódico ni tampoco instantáneo.
Ya desde la década del 30, del siglo pasado, en Chile se realizaron políticas que se fueron abriendo camino y que se profundizaron en un modelo nacional de desarrollo que tuvo sus primeros pasos en el gobierno de Eduardo Frei Montalva.
Y a plenitud, en el de Salvador Allende.
Fue el Cobre. Pero también ya en ese tiempo hubo planes respecto de la producción naval (ASMAR); fronteras; mirada hacia la Antártica; Asia-Pacífico, especialmente China; industrialización de la Agricultura.
El anuncio de este PLAN NACIONAL se formuló en el marco de un hecho de alta significación: Cuando el Presidente Boric, junto a la Ministra de Defensa, Maya Fernández, y el Comandante en Jefe de la Armada de Chile, Juan Andrés de la Maza, viajaron a bordo del rompehielos Almirante Viel desde Valparaíso hasta Talcahuano.
El buque, construido enteramente en el país, realizará tareas fundamentales en la Antártica referidas a hidrografía; oceonografía; búsqueda y rescate marítimo, así como apoyo científico.
No es menor señalar que la construcción del rompehielos comenzó en el año 2017, durante el gobierno de la Nueva Mayoría encabezado por la Presidenta Michelle Bachelet. Momento en el cual se da un fuerte impulso al desarrollo de lo que hoy se titula PLAN NACIONAL.
El diseño y construcción del rompehielos se realizó enteramente en los Astilleros de la Armada de Chile, ASMAR, una industria estratégica de larga data.
Hay mano de obra chilena en toda la línea de producción.
Es un buque de carácter científico, lo que significa que posee una tecnología aplicada en todas sus funciones.
Es un paso contundente en Chile, pero en toda Sudamérica. Y tiene un objetivo de Soberanía Nacional, en el fortalecimiento de la PAZ.
Insistimos en un punto:
Si bien es un plan referido a asuntos estratégicos marítimos, su incidencia es global respecto de la necesidad de Chile de articular ahora una economía de alta capacidad tecnológica; industrial; generadora de empleos; con transferencia y encadenamientos productivos sólidos.
Es un gran valor que esta mirada, necesaria, se haga realidad.