La dura acusación hecha por el diputado PS y querellante en el Caso Audio, Daniel Manouchehri, respecto a que hay periodistas que recibían sueldos de parte del cuestionado abogado, Luis Hermosilla, actualmente recluido en prisión preventiva en el Anexo Capitán Yáber, abrió una nueva arista de lo que se podría llamar “corrupción” al disponer de los medios de comunicación como forma de influir en las opiniones y actitudes de las personas como también actuar como grupo de presión para desviar la atención a otros temas. Sin embargo, los comentarios del parlamentario socialista dejan ver también un aspecto del que toda la ciudadanía ya conoce y está en boca de todos, el acceso a información privilegiada de parte de ciertos medios para informar (desinformar), dando cuenta de un dejo de lo que se denomina “filtración” y que se disfraza en ciertos medios como (pseudo) investigación, lo que va contra la ética periodística y el principio rector de la actividad periodística, ya que las filtraciones dirigidas son una forma de vendetta de la cual el medio que publica se hace cómplice de un delito y pierde la esencia informativa ya que «informa» sesgadamente para favorecer intereses de los que filtran.
¿Manouchehri: quijote o un oportunista?
Manouchehri dijo que “el señor Hermosilla tiene redes extremadamente poderosas en la policía, en la fiscalía, en los medios de comunicación, y esas redes actúan. Nosotros no descartamos que haya redes hoy día del señor Hermosilla dentro de la propia fiscalía y dentro de la Policía de Investigaciones, por ejemplo”.
“Hay periodistas que recibían sueldos de parte del señor Hermosilla y participan en la elaboración de estas notas, entonces evidentemente yo no puedo revelar lo que contiene la carpeta, pero si alguien que tiene los antecedentes como yo afirma que puede estar detrás de la red del señor Hermosilla es porque algún fundamento hay”, acusó el parlamentario.
Sin embargo, aclaró que “yo no estoy diciendo que haya un delito, lo que estoy diciendo es que hay periodistas financiados y que han sido financiados por el señor Hermosilla”.
Investigación Periodística
Estas afirmaciones deben contrastarse con el interés de ciertos sectores que tienen acceso a información y la entregan a distintos periodistas para que sean publicadas en los medios de comunicación masiva, incluso se ha puesto de moda el denominado “periodismo de investigación”, una rama del periodismo clásico que difiere, en algunos casos, de lo que es investigación, porque hay temas que solo han tenido una resonancia por las filtraciones interesadas del algunas fuentes de información sin la imperiosa necesidad de cotejar los datos.
Incluso hay que consignar que cuando un periodista se acerca a su fuente de información es para obtener datos de forma directa o indirecta, pero que estas van en beneficio de la persona o grupo que la suministra, por lo que podríamos decir que casi todas las fuentes de información tienen un interés oculto cuando deciden hablar con el profesional de las comunicaciones.
En ese sentido, hay que definir lo que es una filtración y de acuerdo a lo que Nuñez Ladevéze, en su libro “Manual para periodismo”, define como “el suministro interesado o por encargo de sus superiores de información por una fuente que mantiene el anonimato no porque el contenido de la información le perjudique, sino porque infringe la obligación de guardar sigilo”. Incluso, también podrían ser considerado como la comunicación que hace un medio de una información que proviene de una fuente que se mantienen en el más estricto secreto.
Aquí es donde habría que detenerse para analizar la declaración del diputado PS cuando sostiene que “hay periodistas que recibían sueldos de parte del señor Hermosilla y participan en la elaboración de estas notas”, ya que esto apunta al interés de una fuente en que se publiquen sus revelaciones, porque estas estarán orientadas a beneficiarlo o perjudican a otra persona o sector.
De esta forma, algunos medios que siguen una línea política e ideológica reciben estas filtraciones para publicarlas y provocar un daño a la contraparte, pero en el caso de los medios que se denominan como de “investigación”, reciben información filtrada, pero la diferencia es que se analizan y verifican, puesto que los primeros datos filtrados suelen ser considerados como rumores.
En el Caso Audio, el tema de la filtración de información apunta directamente a la fiscalía que lleva el caso, ya que los abogados de la causa no tienen acceso a los antecedentes que maneja el ente persecutor, afectando al sistema de justicia, incluso colocando un cuestionamiento para apuntar a fiscales politizados o corruptos como la ciudadanía los está tildando.
