La molestia infantil del Presidente de Argentina, Javier Milei, terminó reduciendo las actividades oficiales por la conmemoración de los 40 años del Tratado de Paz y Amistad de ese país con Chile, firmado el 29 de noviembre de 1984, a discretas actividades que se desarrollarán en la zona austral de ambos países, dando cuenta además del bajo nivel al cual han caído las relaciones bilaterales durante este año.

Así, este viernes, la actividad principal se llevará a cabo en uno de los puntos limítrofes del Canal Beagle, con las armadas de ambos países como protagonistas, durante la cual se lanzarán cartas náuticas del Beagle en formato digital, posterior a lo cual se efectuará un concierto en la ciudad fueguina trasandina de Usuahia.

Con el deterioro de las relaciones entre los mandatarios de ambos países gracias a las acciones desde la Casa Rosada, ninguno de los dos cancilleres, Alberto van Klaveren y Gerardo Werthein, ni sus segundos, asistirán a las actividades, pese a que estaba contemplado en los planes preliminares, en la época en que Milei se mostraba aún bastante proactivo con la conmemoración.

Y aunque la delegación oficial chilena estaría encabezada por nuestro embajador en Buenos Aires, José Antonio Viera Gallo, junto a autoridades de los ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa, todo apunta a que, en un nuevo desaire diplomático, tampoco asistiría por el lado trasandino su embajador en Chile, Jorge Faurie.

El desplante se une a una larga lista de situaciones que han ennegrecido las relaciones bilaterales desde que asumió el actual Jefe de Estado argentino hace ya casi un año, siendo los últimos roces la molestia de Milei con el Presidente Gabriel Boric en el G20, y el desaire trasandino a la Santa Sede y Chile al rebajar a última hora el nivel de su delegación en la actividad conmemorativa efectuada en el Vaticano esta semana.