Como acaba de verse en las inundaciones sufridas en España, el diseño de las ciudades estará en el centro de la estrategia de adaptación al cambio climático. Pese a ello, las urbes están recibiendo menos del 20% de la financiación necesaria para una acción climática efectiva. Las ciudades necesitan entre 4,5 y 5,4 billones de dólares al año para construir y mantener sistemas e infraestructuras resilientes, mientras que en la actualidad la financiación apenas llega a unos 8310 millones anuales.
La cronología de la DANA en Benetússer (Valencia). pic.twitter.com/DSZFu3JDj2
— Niporwifi © (@niporwifi) October 31, 2024
Las soluciones a la mitigación y adaptación de las ciudades al cambio climático deben empezar en casa, donde las personas viven, trabajan y construyen su vida diaria, afirma el informe más reciente del Programa de la ONU para los Asentamientos Humanos (ONU Hábitat) divulgado este martes en el Foro Urbano Mundial que tiene lugar en El Cairo, Egipto.
El cambio climático y la urbanización acelerada son el tema del estudio, que advierte las presiones que ha generado un crecimiento urbano mal gestionado que ha terminado con los espacios verdes en las ciudades y otros centros urbanos.
ONU Hábitat alerta de que más de 2000 millones de personas que viven actualmente en ciudades podrían estar expuestas a un aumento adicional de temperatura de al menos 0,5 grados Celsius para 2040, y enfatiza que la acción climática en las metrópolis sigue sin estar a la altura de la escala e intensidad de los desafíos que afrontan esos lugares.
«Prácticamente ningún residente urbano dejará de verse afectado, con miles de millones de personas sometidas a temperaturas más elevadas o expuestas al riesgo de inundaciones y otras amenazas», afirmó Anacláudia Rossbach, directora ejecutiva de ONU-Habitat.
El texto detalla que los habitantes de las ciudades tiene acceso a un promedio de 30,6 metros cuadrados de espacios verdes, menos de la mitad del que gozaban hace 30 años.
Rossbach resaltó en la presentación del informe la importancia «estratégica» de este documento, «ya que ahora mismo estamos en un mundo cada vez más urbanizado» en el que se pueden ver «cómo los eventos relacionados con el cambio climático afectan a las ciudades», tales como olas de calor e inundaciones, como las que acaban de verse en Valencia (España).
Falta de financiamiento
Pese a todo este protagonismo, las urbes están recibiendo menos del 20% de la financiación necesaria para una acción climática efectiva.
En este sentido, el estudio destaca la falta de financiamiento para una infraestructura urbana resiliente, y precisa que de los hasta 5,4 billones de dólares al año hacen falta para construir y mantener sistemas resilientes al clima en las ciudades, el financiamiento actual asciende a apenas 831.000 millones de dólares, de los cuales sólo el 1% se destina a la acción climática de adaptación urbana.
Este déficit deja a las ciudades y a sus poblaciones más vulnerables y expuestas a riesgos cada vez mayores.
El informe subraya que las intervenciones climáticas no han logrado proteger a las comunidades más vulnerables o incluso han empeorado su situación, y cita casos de “gentrificación verde”, es decir, medidas beneficiosas como la creación de parques resultan en el desplazamiento directo de hogares pobres o aumentan los valores de las propiedades, lo que impide que la gente de ingresos bajos o medios pueda acceder a ellas.