- Conoce por qué las propiedades destinadas a arriendos de corta estadía ganan terreno entre los inversionistas. Expertos entregan consejos a la hora de comprar y gestionar estos activos.
En el sector inmobiliario, el término renta corta hace referencia al arrendamiento de propiedades por períodos breves, menores a 30 días. Tradicionalmente, se asociaban a la demanda por segunda vivienda en temporadas estivales o feriados, pero el auge de las plataformas digitales masificó la demanda de este tipo de alquileres también en sectores atractivos y bien conectados de Santiago y las principales ciudades del país.
“Este fenómeno ha provocado un impulso en el mercado de departamentos, debido a la demanda de inversionistas que quieren dedicarse a este negocio, arrendado por días o semanas departamentos completamente amoblados”, explica José Tapia, subgerente Comercial de Siena Inmobiliaria.
El ejecutivo señala que las principales ventajas de apostar por la renta corta son su alta rentabilidad, “que puede ser 30% mayor en comparación a una renta larga”, y la flexibilidad en el uso y precios, “permitiendo a los propietarios gestionar sus departamentos de manera óptima”, detalla. Otro factor atractivo para los inversionistas, a juicio de Tapia, es que ofrece la posibilidad de gestionarla directamente o a través de empresas especialistas que logran disminuir costos de administración a partir de su escala.
Por su parte, el tributarista inmobiliario Cristopher Díaz señala que muchos inversionistas optan por la renta corta de manera más profesional, “usando la figura de empresario individual como vehículo de inversión, para llevar adelante una tributación que les permita bajar u optimizar su carga tributaria a través de beneficios fiscales o rebajas de impuestos por los gastos asociados a la naturaleza y gestión del negocio”.
El experto explica que uno de estos beneficios fiscales, es la depreciación, la cual permite llevar a gasto el valor de inmueble bajo cuatro modelos distintos, permitiendo así disminuir la utilidad generada y optimizar el Impuesto a la Renta que debe pagar esta empresa o empresario individual. “Este beneficio, —advierte Cristopher Díaz— “debe ser llevado, aplicado y analizado en cada caso particular, puesto que dependerá del tipo de inversión y el perfil de inversionistas qué modelo de depreciación se deba utilizar”.
Respecto a la elección de un departamento destinado a la renta corta, el ejecutivo de Siena recomienda proyectos bien ubicados, cerca del Metro, centros médicos o universidades, para potenciar su arriendo. “Las tipologías más demandadas son de un dormitorio, en proyectos que cuenten con buen equipamiento, con servicios tipo hotel, como conserjería, gimnasio, lavandería, piscina, lounge, azotea panorámica, etc. Ojalá considerar la compra de la bodega, que sirve para tener todos los utensilios y elementos para gestionar el aseo y mantención entre arriendos. Por último, es importante siempre tener a mano el reglamento de copropiedad, el cual no debe prohibir este modelo de arriendo”, agrega Tapia.