El presidente de la Asociación de Educadores de Chile, José Luis Velasco, realizó un diagnóstico del último hecho de violencia en un establecimiento educacional, que dejó a más de 30 estudiantes heridos, producto de graves quemaduras al manipular elementos inflamables para fabricar bombas molotovs y a otros estudiantes del Internado Nacional Barros Arana (INBA) que aún permanecen en riesgo vital.
A ello se suman los datos de la Encuesta Nacional de la Juventud, que reveló que un 84% de los estudiantes en Chile han presenciado, visto o escuchado algún episodio de bullying en su colegio, un 46% de los jóvenes entre 15 y 19 años han experimentado violencia física o psicológica en su colegio, mientras que 1 de 4 jóvenes ha sufrido ciberacoso.
“No puede ser que el lugar donde los estudiantes deben estar resguardados, protegidos en su integridad física y psicológica, se dediquen a fabricar bombas molotovs; y lo que es peor, dediquen parte de su jornada escolar, donde deberían estar aprendiendo nuevos conocimientos, se dediquen a fabricar artefactos incendiarios para atacar a Carabineros”, indicó Velasco.
En esa misma línea señaló que “lamentablemente la violencia al interior de los establecimientos está matando la educación pública y está siendo preocupantemente normalizada por las comunidades educativas y por las autoridades de esos establecimientos y de quienes las respaldan”, refiriéndose a la baja matrícula de establecimientos emblemáticos que antes resaltaban por sus buenos resultados académicos y que hoy “brillan por los overoles blancos o porque fabrican molotovs en sus dependencias”.
Asimismo, se refirió al proyecto de ley de Convivencia Educativa presentado por el gobierno del Presidente Boric y en el que han participado en su discusión en la Cámara de Diputados, indicando que “es un proyecto que le quita más atribuciones a los equipos directivos y a los profesores, que son los que tienen que ejercer la autoridad pedagógica, que es el pilar fundamental sobre el cual se construye la convivencia educativa y que sigue aumentando la intromisión del Estado en los establecimientos educacionales”.
También argumentó que es necesario realizar un proyecto de ley de Convivencia Escolar, “pero que se acerque a las distintas realidades de nuestro país y que le entregue mayores atribuciones a los docentes y equipos directivos que han visto degradado los últimos 12 años su labor, si son ellos los pilares para llevar adelante un cambio profundo, que nos permita salir de estos niveles de violencia sobre todo en nuestra educación pública”.
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