500 años hemos tardado en saber de dónde era Cristóbal Colón. El marino intentó por todos los medios ocultar su origen. Pero la ciencia ha permitido conocer su procedencia biológica. No ha sido fácil. El equipo del doctor José Antonio Lorente, catedrático y forense de la Universidad de Granada, ha tardado 22 años en conseguir resultados. En estas dos décadas de investigación han pasado por momentos de absoluto desconcierto y desesperación. Pero por fin, alcanzaron la gloria el día que en el laboratorio encontraron una coincidencia. El documental estrenado por RTVE Colón ADN, su verdadero origen relata en clave de true crime cómo ha sido la investigación, casi, casi policial, que ha reescrito la historia.
Lo que dicen los huesitos de Colón
Menos mal que, aprovechando los permisos en la Catedral, también se exhumaron los restos de Hernando Colón, el hijo del almirante. Y es la pieza clave del estudio. Era el único cuerpo que a ciencia cierta se sabía de la familia Colón. Sus huesos, en cambio, estaban en muy buen estado y se pudieron obtener piezas tan valiosas como el cráneo, el fémur y los dientes, ricos en información genética.
Castellano, mallorquín, judío, gallego, vasco-navarro, portugués o genovés. Sólo uno podía ser el origen y se ha descubierto por fin.
¿Por qué ha ganado la teoría judía?
Sólo quedaba una teoría plausible o si no, Colón, por tradición, se iba a quedar genovés. Era la teoría judía. Francesc Albardaner siempre ha estado completamente convencido de que Colón era «un judío de tomo y lomo».
Por fin el laboratorio extrajo un dato con coincidencia como explica el doctor Lorente: «Es muy importante que, tanto en el cromosoma ‘Y’, como en el mitocondrial de Hernando, hay rasgos compatibles con origen judío.»
«Colón era un judío sefardita. Siguiendo las tradiciones y costumbres judías, tuvo maestros judíos que le enseñaron la religión judía. Pero eso sí, en la esfera pública. Aparentemente era cristiano«. Y lo explica: » El origen de los judíos sefardíes es Sefarad. Y Sefarad es el nombre en hebreo que designa a la península Ibérica en lo que hoy es España. Vivían alrededor de 200.000 judíos en la época de Colón. En la península itálica, se estima que vivían tan solo entre diez y quince mil. Donde sí había una población judía mucho mayor, era en Sicilia donde vivían alrededor de 40.000. Pero recordemos que Sicilia, en la época de Colón, pertenecía a la Corona de Aragón.»
La investigación llevada a cabo por la Universidad de Granada no puede concretar una localidad concreta: «El ADN indica que Cristóbal Colón tuvo un origen mediterráneo en el Mediterráneo occidental. Si en Génova no había judíos en el siglo XV, las probabilidades de que sea de ahí son mínimas. Tampoco había una gran presencia judía en el resto de la península itálica, con lo cual lo dejaríamos muy tenue. No existen teorías sólidas ni indicios claros de que Cristóbal Colón pudiera ser francés. Nos quedaría el arco mediterráneo español. Las Islas Baleares y Sicilia. Pero Sicilia también sería extraño, porque si no, Cristóbal Colón habría escrito con algunos rasgos italianos o del idioma siciliano. Con lo cual lo más probable es que su origen esté en el arco mediterráneo español o en las Islas Baleares, que en aquella época pertenecían a la Corona de Aragón.»
