El Global Firepower Index se ha ganado una doble fama a nivel mundial a través de los años. Por una parte, para nacionalistas, oportunistas o aficionados con poco conocimientos en temas militares, es una estadística de la cual pueden sacar provecho para presumir, si no importa la verdadera consistencia de los datos. Sin embargo, para analistas expertos, el indicador está plagado de inconsistencias, errores gruesos y absoluta ausencia de análisis fino y detallado que sea realmente valioso como material de divulgación capaz de dibujar un panorama realista de una comparativa de real poder de un país desde el punto de vista militar.
En este escenario, resulta risible que el ministro de Defensa de Argentina, Luis Petri, que ha estado liderando los esfuerzos por modernizar y recuperar capacidades de las Fuerzas Armadas de su país durante los últimos meses, destaque las estadísticas entregadas por dicho Índice que situarían al país en un irreal segundo puesto a nivel latinoamericano y 28° a nivel mundial entre potencias militares.
Así, en su cuenta personal de la red social X, el secretario de Estado señaló: «Nuestras Fuerzas Armadas entre las más poderosas del mundo. Según el ranking 2024 del Índice Global Firepower (GFP), Argentina se destaca en el 2° lugar en América Latina y 28° a nivel global entre 145 potencias militares, evaluando factores clave como la capacidad militar en tierra, mar y aire, recursos naturales y financieros. Este logro reafirma nuestra fortaleza para defender la soberanía nacional y contribuir a la estabilidad en la región. Con @JMilei al frente, continuamos invirtiendo en la seguridad de nuestra Nación y consolidándonos como un actor clave en el escenario internacional. ¡Orgullosos de nuestras Fuerzas!».
La autoridad trasandina se enceguece por cifras que esconden que, en esto momentos, a pesar de lo que diga la mentada estadística, su fuerza aérea carece de fuerza de aviones caza de combate o verdaderos aviones de ataque; que su Armada no cuenta con submarinos (aunque la estadística por la que saca pecho diga que tiene 2), sus destructores y corbeta aun en servicio no son 4 y 9 respectivamente (eso desde hace varios años); o que su Ejército hace largo tiempo que no cuenta con centenares de tanques o decenas de miles de vehículos de combate de diverso tipo.
Súmele a lo anterior el modelo de cada buque, avión o vehículo de combate; el tipo de armamento que monta cada equipo; la operatividad efectiva de cada unidad; la ausencia de ítemes de defensa no considerados en el Índice, comparados ya no solo a nivel mundial sino a nivel regional.
Así, quien se dedica al estudio del mundo de la defensa podrá darse cuenta de las inconsistencias y verdaderos delirios en los que cae el estudio, y el error y peligro que implica darle un valor que no tiene para medir el verdadero poder militar de cada país, error que justamente comete el titular de Defensa argentino.
Para efectos prácticos, cabe añadir, que el Índice ubica en primer lugar latinoamericano a Brasil, seguido por Argentina, México, Colombia, Chile y Perú, entre otros.
Puede consultarlo, bajo su propio riesgo, en https://www.globalfirepower.com/countries-listing.php
Nuestras Fuerzas Armadas entre las más poderosas del mundo. Según el ranking 2024 del Índice Global Firepower (GFP), Argentina se destaca en el 2° lugar en América Latina y 28° a nivel global entre 145 potencias militares, evaluando factores clave como la capacidad militar en… pic.twitter.com/eWm7eIt5vu
— Luis Petri (@luispetri) October 1, 2024