- El seminario destacó la necesidad de implementar un enfoque multidisciplinario para la reintegración de jóvenes en conflicto con la ley, y construir alianzas estratégicas entre el sector público y privado.
- Los expertos resaltaron la urgencia de crear oportunidades educativas, laborales y psico-sociales, subrayando la importancia del arte, el deporte y el apoyo comunitario para garantizar una reinserción efectiva.
Con la presencia del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, la directora nacional del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, Rocío Faúndez, y destacados expertos nacionales e internacionales, se llevó a cabo el seminario «La reinserción social como pilar en la prevención de la violencia juvenil». El evento, organizado por Fundación Proyecto B y Fundación MC, se realizó en el Auditorio INACAP de Santiago y reunió a más de 100 personas, entre representantes de organizaciones sociales, académicos, autoridades y público general.
Los expositores hicieron hincapié en la necesidad de implementar un enfoque multidisciplinario para reintegrar a los jóvenes en conflicto con la ley a la sociedad, que involucre tanto al sector público como privado, permitiendo la creación de alianzas estratégicas fundamentales para proporcionar a los jóvenes el acceso a oportunidades educativas, formación laboral y acompañamiento psico-social, asegurando un entorno de apoyo que facilite su reintegración.
Asimismo, se destacó que la prevención de la violencia juvenil debe abordarse de manera integral, considerando no solo el acceso a servicios, sino también la inclusión de redes comunitarias y familiares como parte fundamental del proceso.
Durante su intervención, el ministro de Justicia, Luis Cordero, contextualizó la situación de la violencia juvenil y presentó las cifras sobre los ingresos al sistema de justicia juvenil a nivel nacional, subrayando la importancia de la reinserción como un mecanismo fundamental para la seguridad pública, relevando que «si no tomamos acciones eficaces, muchos de estos jóvenes podrían verse involucrados en delitos de mayor complejidad. Tener conciencia de esa situación es extremadamente relevante para entender por qué las acciones en materia de reinserción cumplen un rol elemental también para la seguridad pública».
Por su parte, Rocío Faúndez, directora nacional del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, destacó el enfoque integral necesario para abordar el fenómeno de la violencia juvenil, enfatizando que «la reinserción social juvenil no es solo un derecho de los jóvenes, sino una necesidad urgente para reducir los índices de reincidencia y asegurar que los jóvenes puedan construir una vida fuera de los márgenes de la ley. Debemos continuar fortaleciendo las redes de apoyo interinstitucionales que permitan a los jóvenes acceder a oportunidades reales de cambio”.
Por su parte, Julio Cifuentes, director ejecutivo de Fundación Proyecto B, reflexionó sobre el trabajo que su organización ha realizado en el ámbito de la reinserción juvenil y enfatizó que “hemos visto de primera mano cómo los programas de reinserción social funcionan y pueden transformar vidas. Cada joven que ayudamos a reintegrarse no solo representa una historia de superación, sino una contribución a la construcción de una sociedad más justa y menos violenta. Este seminario es una oportunidad para seguir fortaleciendo redes y buscar soluciones que impacten a más jóvenes”.
Desde Fundación MC, Alejandra Grebe, directora ejecutiva, subrayó la relevancia del trabajo conjunto y la consolidación de alianzas público-privadas, asegurando que “la reinserción social no solo es una herramienta transformadora, sino también una responsabilidad compartida. En Fundación MC creemos firmemente que la creación de oportunidades para jóvenes en situación de riesgo, a través de la educación, el apoyo emocional y el acceso a redes laborales, es fundamental para construir una sociedad más justa y equitativa”.
Al analizar el contexto internacional, presentado en mayor profundidad por Rolando Carmona, investigador del Centro Justicia y Sociedad de la Pontificia Universidad Católica, las cifras sorprendieron a la audiencia. En 2024, se ha registrado un aumento a nivel mundial en el número de niños, niñas y adolescentes (NNA) privados de libertad, con un estimado de hasta 261.000 casos. En el caso de Chile, aunque la tendencia de ingresos al sistema de justicia juvenil ha disminuido desde 2013, los robos continúan siendo, por un amplio margen, la principal causa de ingreso, representando un 59%, con los robos con intimidación como los más frecuentes.
Asimismo, Pablo Zeballos, investigador y consultor en crimen organizado, compartió su experiencia en la aplicación de políticas de prevención en otros países y señaló que «en Chile, estamos viendo una transformación de la delincuencia local y el ingreso de organizaciones extranjeras ambos fenómenos generan lógicas de reclutamiento temprano, con niños y adolescentes involucrados en circuitos criminales radicalmente violentos. La coexistencia de redes criminales locales e internacionales es un fenómeno alarmante que requiere una respuesta urgente y coordinada. El desafío es visibilizar y abordar este problema antes de que su impacto sea irreversible. Tenemos tiempo, pero no mucho tiempo».
El seminario concluyó con diversos paneles donde se discutieron enfoques y estrategias complementarias, subrayando la importancia del arte, la cultura, el deporte, la educación y la inserción laboral como herramientas poderosas para la prevención de la violencia juvenil. Los participantes coincidieron en que la clave para un cambio real es la colaboración entre el Estado, la sociedad civil y las organizaciones privadas, generando un enfoque holístico y sostenible para la reintegración juvenil.
