El exministro Andrés Chadwick se querelló en contra de 10 diputados del oficialismo por “injurias” y “calumnias” en el marco del Caso Audios o Hermosilla, parlamentarios que lo mencionan en la acusación constitucional en contra de la suspendida ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco.
La acción judicial de Chadwick va dirigida contra los parlamentarios Daniel Melo (PS), Lorena Pizarro (PC), Mónica Arce (Ind), Jaime Araya (Ind-PPD), Luis Malla (LIB), Lorena Fries (FA), Jaime Sáez (FA), Ana María Gazmuri (PAH), Nathalie Castillo (PC) y Nelson Venegas (PS).
El escrito indica que se trata de personas “con altas calificaciones académicas, todos profesionales, con plenos conocimientos de nuestro sistema legal. En efecto, se trata, ni mas ni menos, de quienes aprueban las leyes de nuestro país, es decir, en los hechos que se relatarán se debe asumir la plena conciencia de su actuar, del significado de las palabras contenidas en la acusación, en especial de las frases afrentosas dirigidas a mi persona, y de la ilicitud de su actuar”.
La querella de Chadwick menciona que “la acusación constitucional es un juicio jurídico-político que se concreta contra autoridades o altos funcionarios del Estado por actos propios del cargo que desempeñan por conductas antijurídicas, haciendo efectiva una responsabilidad constitucional que tiene rasgos tanto jurídicos como políticos, por los ilícitos constitucionales que están establecidos taxativamente en la Constitución Política de la República”.
En cuanto a los parlamentarios a los que va dirigida la acción judicial, el exministro señala que ellos han emitido “expresiones e imputaciones en contra de mi persona, en las cuales me imputan delitos actualmente perseguibles de oficio, y se profieren expresiones en deshonra, descrédito o menosprecio de mi persona, las cuales afectan gravemente mi honor, mi honra e imagen pública”.
“De esta forma, instrumentalizaron la facultad constitucional que se les ha concedido, utilizando sus cargos y facultades para formularme un ataque mediático infame, para dañar impune e irremediablemente mi honra. Buscan sin duda, en este artero ataque, como en los demás que a diario han proferido en la prensa, cancelar mi persona en el ámbito público y privado, pulverizando lo más posible mi reputación”, finaliza el escrito que fue presentado en el Juzgado de Garantía de Valparaíso y que publica Emol.