El primer ministro japonés, Fumio Kishida, canceló este viernes un viaje previsto en el centro de Asia, después de que las autoridades meteorológicas alertaran de la posibilidad de un «megaterremoto» tras el sismo de magnitud 7,1 del jueves.
Es la primera vez que las autoridades niponas lanzan un aviso de este tipo tras la implementación de un nuevo sistema de alertas a raíz del devastador terremoto ocurrido en el país en 2011, que desencadenó el accidente nuclear de Fukushima.
Ante esta situación, Kishida anunció que cancelaba un viaje a Kazajistán, Uzbekistán y Mongolia y que se quedaba en el país «durante al menos una semana» para «asumir la más alta responsabilidad en materia de gestión de crisis».
El «aviso de megaterremoto» fue emitido por la mañana por la Agencia Meteorológica de Japón (JMA). La posibilidad de que se produzca un sismo de gran intensidad es más alta de lo normal, pero esto no indica que un gran terremoto vaya a ocurrir con certeza», señaló esta entidad.
El sismo de magnitud 7,1 del jueves no dejó daños materiales importantes. La agencia de gestión de catástrofes informó de ocho personas heridas, varias de ellas por la caída de objetos.
A pesar de la advertencia, las autoridades han tranquilizado a la sociedad japonesa asegurando que la probabilidad es de 1 entre 100, siendo una cifra ligeramente superior a las habituales.