El Presidente Gabriel Boric encabezó esta mañana en Chillán Viejo el desfile de conmemoración del 246° aniversario del natalicio de Bernardo O’Higgins, desarrollado en la explanada del Parque Monumental de la comuna sureña.
Los actos oficiales comenzaron pasadas las 11.00 horas encabezados por el Mandatario, acompañado por ministros, altos mandos de las Fuerzas Armadas y autoridades de la Región de Ñuble.
El Jefe de Estado destacó, durante su intervención, la importancia histórica y simbólica del prócer de la independencia, recordando que “antes de que termine esta década, conmemoraremos los 250 años del nacimiento del Padre de la Patria, ese joven que no sabía su nombre cuando nació, pero que pronto se convirtió en un ferviente defensor de la independencia”, evocando la célebre frase de Pablo Neruda sobre O’Higgins.
Además, resaltó el sacrificio de O’Higgins y otros héroes anónimos de la independencia, quienes, movidos por sus convicciones, sacrificaron su tranquilidad y bienestar personal por la libertad de la patria. Citó una carta del propio O’Higgins en la que el libertador afirmaba que «me he alistado bajo las banderas de mi patria después de la más madura reflexión y puedo asegurar que jamás me arrepentiré de ello, cualesquiera sean las consecuencias”.
Boric hizo hincapié en que las consecuencias para O’Higgins fueron duras, culminando en su exilio y muerte lejos de Chile, pero subrayó que su legado de compromiso con la patria sigue siendo un ejemplo en tiempos donde el individualismo y la conveniencia personal parecen prevalecer.
«El ejemplo de esa generación de Carrera, de Rodríguez, de O’Higgins, es un ejemplo de lealtad de convicción profunda que nos da grandes enseñanzas porque así como ellos, hubo muchos otros hombres y mujeres que se avocaron por completo a la causa de la independencia de la república que hoy todavía disfrutamos y debemos saber valorar», manifestó.
Añadió seguidamente que «así como O’Higgins creía en la libertad, también creía en la igualdad. Lo dijo en más de una ocasión, que los ciudadanos debían distinguirse por la virtud, lo que hoy llamaríamos valores democráticos y por el méritos de su esfuerzo. Por eso siempre recordamos, que O’Higgins, abolió a los títulos nobiliarios, creó la nacionalidad chilena para todos los nacidos en este territorio, sin distinguir si eran criollos, mestizos o indígenas».
“Más de 200 años después, los habitantes de Chile seguimos luchando por dar valor a los frutos de nuestra tierra: el cobre, el litio, las energías limpias, nuestros productos agrícolas. Desarrollar los talentos de los hijos de la patria con más y mejor educación pública, con trabajos decentes que dejen tiempo para desarrollar otras destrezas y hacer vida en familia y comunidad y con mejores pensiones”, acotó.