Por: Dr. Matin Mammadli, uno de los principales asesores del Centro de Análisis de Relaciones Internacionales ( AIR Center) de Bakú.
Tras las operaciones antiterroristas llevadas a cabo por las fuerzas armadas azerbaiyanas en Karabaj los días 19 y 20 de septiembre de 2023, el panorama geopolítico de la región ha experimentado una importante transformación. Mediante estas operaciones, Azerbaiyán desmanteló el régimen de facto que existía en la región, restableciendo así plenamente su integridad territorial y su soberanía.
Esta acción decisiva ha resuelto un conflicto de un siglo de duración de conformidad con las normas jurídicas internacionales y los intereses legítimos de Azerbaiyán. Sin embargo, a pesar del cese de las hostilidades, las cuestiones subyacentes entre Armenia y Azerbaiyán siguen sin resolverse, lo que exige nuevos esfuerzos sustanciales para garantizar la sostenibilidad del proceso de paz.
Reivindicaciones territoriales y cuestiones legislativas
Uno de los principales retos es la presencia de reclamaciones territoriales contra Azerbaiyán consagradas en los documentos legislativos internos de Armenia. La constitución armenia, la declaración de independencia y varias resoluciones parlamentarias contienen disposiciones que afirman reivindicaciones territoriales sobre territorios azerbaiyanos. Estos artefactos legislativos perpetúan las tensiones entre ambas naciones incluso después de la resolución del conflicto armado, obstruyendo así el proceso de paz. La principal exigencia de Azerbaiyán es la derogación de todas las cláusulas de estos documentos legislativos que impliquen reivindicaciones territoriales en su contra. Esta medida es fundamental para avanzar en el proceso de paz entre ambos Estados.
Enmendar los documentos legislativos de Armenia para que renuncien a las reclamaciones territoriales, como exige Azerbaiyán, es indispensable para restablecer la confianza mutua. Además, estas enmiendas legislativas deberían recibir un fuerte apoyo internacional para obligar a Armenia a emprender reformas rápidas y efectivas.
Retos en el proceso de delimitación
El proceso de delimitación sigue plagado de problemas. Aunque las partes consiguieron delimitar una parte de la frontera en abril de este año, varios puntos conflictivos siguen sin resolverse. El éxito de la delimitación requiere una estrecha cooperación y comprensión mutua entre los expertos de ambos países.
El fracaso del proceso de delimitación podría engendrar nuevas tensiones en las regiones fronterizas, obstaculizando aún más el proceso de paz.
Políticas de los centros de poder externos
Las políticas de ciertos centros de poder externos con intereses creados en la región suponen otro formidable obstáculo para el proceso de paz. Estos centros de poder se esfuerzan por mantener su influencia perpetuando las tensiones entre Armenia y Azerbaiyán. Por ejemplo, algunos Estados y organizaciones internacionales utilizan diversos mecanismos para salvaguardar sus intereses en la región, lo que complica los esfuerzos de paz entre ambas naciones.
Perspectivas del proceso de paz
A pesar de estos impedimentos, hay motivos sustanciales para el optimismo en relación con el proceso de paz en curso entre Armenia y Azerbaiyán. Al resolver el conflicto y liberar sus territorios ocupados, Azerbaiyán ha restablecido su integridad territorial. Este logro sienta las bases históricas para la firma de un acuerdo de paz y la normalización de las relaciones bilaterales. La reciente declaración del Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, de que ya se ha llegado a un acuerdo sobre el 80-90% del borrador del acuerdo de paz significa un avance sustancial hacia una paz duradera.
La adopción de un enfoque constructivo y realista de las cuestiones posteriores al conflicto podría allanar el camino para la firma de un acuerdo de paz definitivo entre ambos países. Además, la invitación de Azerbaiyán a Armenia para el evento COP29 en noviembre ejemplifica un paso significativo hacia la normalización de las relaciones bilaterales. Esta invitación simboliza el compromiso de Azerbaiyán con el diálogo constructivo y la cooperación.
Oportunidades y riesgos
En este contexto, es imperativo un análisis riguroso del proceso de paz en curso entre Armenia y Azerbaiyán, centrado en las nuevas oportunidades y riesgos. Entre las principales oportunidades figuran el establecimiento de una paz duradera en la región, la aceleración del desarrollo económico y social, y la mejora de la seguridad y la estabilidad regionales. Sin embargo, también deben considerarse cuidadosamente los riesgos que amenazan este proceso. La postura poco constructiva de Armenia, las políticas de los centros de poder externos y otros desafíos posconflicto podrían obstaculizar el avance del proceso de paz.
Alcanzar una paz duradera en la región y normalizar las relaciones bilaterales requiere enfoques mutuamente constructivos y realistas por ambas partes. Un enfoque de este tipo contribuirá significativamente a reforzar la seguridad y la estabilidad no sólo en la región sino también a nivel mundial.
Conclusión
El actual proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán exige un examen exhaustivo de las nuevas oportunidades y riesgos. El éxito de este proceso depende de que ambos países entablen un diálogo y una cooperación constructivos. Garantizar la estabilidad y la seguridad regionales, así como fomentar el desarrollo económico y social, depende de la conclusión satisfactoria de este proceso de paz. Sólo mediante estos esfuerzos podrá establecerse una paz y una tranquilidad duraderas en la región.
Texto traducido desde: eurasiareview.com
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