- Se estima que sólo se alcance el 16% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. Los sistemas alimentarios y el uso responsable de la tierra figuran entre los ámbitos en los que menos se ha avanzado.
El último informe de Naciones Unidas sobre el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) reclama con urgencia que las instituciones financieras mundiales se alineen con los objetivos. El estudio, realizado por un comité de más de cien científicos, reconoce que «reformar la arquitectura financiera mundial es más urgente que nunca» para garantizar el acceso a fondos públicos que financien economías sostenibles. De los ODS, solo el 16% están en vías de alcanzarse para 2030, mientras que el 84% restante muestran un progreso limitado o incluso retrocesos; a nivel mundial, el progreso se ha estancado desde 2020.
Los datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente revelan que los flujos financieros públicos y privados que contribuyen a la pérdida de biodiversidad y a los daños medioambientales ascendieron a 7 billones de dólares en 2023. En cambio, sólo se destinaron 200.000 millones de dólares a la conservación y restauración de la biodiversidad. «Estas cifras ponen de manifiesto un importante desequilibrio. Actualmente, se destinan más fondos a actividades que obstaculizan los ODS en lugar de apoyarlos», afirma Merel Van der Mark, directora de Finanzas y Bienestar Animal de la ONG internacional Sinergia Animal.
Uso del suelo y sistemas alimentarios
Las metas de los ODS relacionadas con los sistemas alimentarios y el uso de la tierra están muy mal encaminadas. Las Naciones Unidas estiman que, para 2030, unos 600 millones de personas seguirán padeciendo hambre, mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura y otros usos de la tierra representarán casi una cuarta parte de las emisiones mundiales.
La ganadería industrial es motivo de gran preocupación, ya que contribuye significativamente a la degradación del medio ambiente. Impulsa la deforestación, especialmente en las regiones tropicales, para dar paso a tierras de pastoreo y la producción de cultivos forrajeros. Una investigación realizada por The Global Carbon Project y un estudio publicado en la revista npj Ocean Sustainability descubrieron que la producción de carne y lácteos es una fuente importante de emisiones de metano y óxido nitroso, que son potentes gases de efecto invernadero. Mientras tanto, la sobrepesca también amenaza gravemente la capacidad del océano para almacenar dióxido de carbono y preservar los ecosistemas.
A pesar de estos retos, el Consorcio para la Alimentación, la Agricultura, la Biodiversidad, el Uso de la Tierra y la Energía –FABLE por sus siglas en inglés–, formado por más de 80 investigadores de 22 países, indica que es posible lograr avances significativos con varios cambios clave. Entre ellos, evitar el consumo excesivo de proteínas animales mediante cambios en la dieta culturalmente compatibles, invertir en proyectos productivos y aplicar sistemas de seguimiento inclusivos, sólidos y transparentes para detener la deforestación.
«Esta estrategia podría evitar la deforestación de 100 millones de hectáreas para 2030 y reducir las emisiones de CO₂ en 100 gigatoneladas para 2050, si las instituciones financieras del mundo se alinearan con estos objetivos. Para ello, deben dejar de financiar la ganadería y la pesca industriales, y reorientar los recursos hacia prácticas agrícolas más sostenibles, agroecológicas y basadas en plantas, que también apoyarán el progreso hacia otros ODS», explica Van der Mark.
Activismo para reformar el sector financiero
La ONG internacional Sinergia Animal se dirige activamente al sector financiero, haciendo hincapié en la transformación de los sistemas alimentarios de los países del Sur Global. «Somos miembros de la coalición Stop Financing Factory Farming (SF3), que hace campaña para que los bancos multilaterales de desarrollo dejen de financiar la ganadería y la pesca industriales. Al mismo tiempo, también nos centramos en los bancos comerciales y evaluamos sus políticas de bienestar animal y sistemas alimentarios sostenibles a través de la plataforma interactiva banksforanimals.org. Nuestro último informe revela que más de la mitad de los bancos de todo el mundo carecen de políticas relacionadas con sistemas alimentarios sostenibles», explica Van der Mark.
La comunidad científica también afirma la necesidad de transformar el sector financiero. En respuesta al Informe de Desarrollo Sostenible de la ONU, la prestigiosa revista Nature publicó su hoja de ruta «Ampliación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible hasta 2050″, en la que reconoce que la reforma del sector financiero y el aumento de la inversión pública son esenciales para cumplir con éxito los ODS.
«La hoja de ruta incluye un marco de acción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, luchar contra la deforestación, proteger la vida oceánica y aplicar una agricultura sostenible que esté en consonancia con los ODS. Los bancos de desarrollo como el Banco Mundial tienen la responsabilidad de alinear su financiación con estos objetivos», concluye Van der Mark.