El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se refirió este lunes a los cuatro adolescentes asesinados con más de 40 balazos en la comuna de Quilicura el fin de semana, afirmando que la tesis que se maneja hasta ahora es la de disputa territorial y de drogas.
“Todos los antecedentes de los cuales se dispone, siempre digo que hay que ser prudente, pero son los antecedentes preliminares de los cuales se dispone, es que esta balacera y lamentablemente estos cuatro homicidios se producen en un contexto de disputa territorial y de disputa por venta de drogas. Esa es la información de que se dispone y, por lo tanto, es bajo esa línea que se lleva adelante la investigación”, afirmó.
En ese sentido, Monsalve dijo que se están recopilando antecedentes de lo ocurrido con el levantamiento de declaraciones de testigos, cámaras, entre otros elementos, con el objetivo de identificar a “la persona o las personas” que participaron en el crimen.
La autoridad señaló que a pesar de que se instruyó hace varios meses la conformación de un equipo intersectorial para enfrentar estos crímenes, “los problemas de esta complejidad, particularmente en materia de seguridad, no tienen una varita mágica no se resuelven con una declaración”.
“Se requieren políticas de Estado serias, responsables y que van a tener efectos en el largo plazo (…) un debate con responsabilidad y seriedad”, reafirmó el subsecretario.
En cuanto a la cantidad de menores de edad asesinados, Monsalve precisó que hay dos causas que explican el aumento en el número de niños, niñas y adolescentes en muertes de este tipo que son los ocurridos en el contexto de violencia intrafamiliar (4 en 2022; 16 en 2023) y la segunda es que fallecen cometiendo un delito.
Monsalve explicó que en este tipo de situación “alguien usa el derecho a la legítima defensa, se defiende y los mata. El año 2022 hubo un niño, niña, adolescente que en ese caso los efectivos de la policía o algún civil hizo uso de la legítima defensa y, por lo tanto, ese menor terminó muerto, el año 2023 fueron 12”.
Asimismo, planteó que cerca del 44% de los niños que fallecen víctimas de homicidios “lo hacen en el contexto delictual, lo hacen en el marco de enfrentamientos de bandas o grupos criminales, lo hacen víctima del ataque de una persona desconocida”.
“Lamentablemente el 62% de estos niños que son víctimas de homicidios tienen un padre, una madre o ambos padres tienen antecedentes en el registro de gendarmería, es decir, sus padres normalmente en el 62% de los casos tienen antecedentes penales, lo que implica que son niños vulnerables que han crecido en un contexto delictual”, mencionó.