Perdida en el Amazonas, la Isla Santa Rosa, situada en la región peruana de Loreto, se transformó en los últimos días en el centro de una renovada disputa histórica de límites entre Colombia y Perú, luego que en un inesperado conflicto diplomático un funcionario colombiano cuestionó públicamente la soberanía de la isla, afirmando que pertenece a Colombia y que está ocupada ilegalmente por Perú.
El incidente abre otra arista a la compleja política internacional del presidente colombiano Gustavo Petro, que se ha enfrascado en disputas con diversos países en lo que ha sido catalogado como excesiva improvisación de su parte.
La isla, que ya fue motivo de disputas en décadas pasadas entre ambos países, se encuentra estratégicamente ubicada en el río Amazonas, en la región de Loreto, en el norte de Perú, cerca de la ciudad de Leticia, capital del departamento del Amazonas, en Colombia, y en las inmediaciones de la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil.
Las declaraciones las habría realizado el director de Soberanía Territorial de la cancillería colombiana, Felipe Cadena Montenegro, durante una mesa técnica sobre seguridad fronteriza convocada en la ciudad colombiana de Leticia por la gobernación del departamento de Amazonas.
Protesta peruana
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú convocó al encargado de negocios de Colombia para entregarle una nota de protesta en la que “reafirmó los derechos de soberanía y jurisdicción sobre la isla Santa Rosa y manifestó su protesta por las expresiones formuladas” por un funcionario colombiano, de acuerdo con el gobierno peruano.
“El director de Soberanía Territorial de la Cancillería colombiana señaló que la isla Santa Rosa no pertenecería al Perú y que estaría ocupada irregularmente por nuestro país”, indicó el comunicado.
Respuesta de Colombia
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia emitió un comunicado oficial en respuesta a la “nota de protesta” entregada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, en le cual lamentó el incidente y expresó su compromiso con el mantenimiento de las relaciones de amistad y cooperación históricamente compartidas entre Colombia y Perú.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia lamenta el incidente presentado en la reunión de la Primera Mesa técnica de Seguridad en las Fronteras, durante la cual miembros de la delegación colombiana hicieron alusión a asuntos que solo conciernen al más alto nivel de las cancillerías de ambos países”, se lee en el comunicado emitido por la Cancillería colombiana.
Además, se reafirmó la disposición de Colombia a mantener un diálogo abierto a través de canales diplomáticos para abordar los aspectos técnicos relacionados con el río Amazonas, que sirve como frontera natural entre ambos países.
Propendemos por mantener y fomentar las relaciones de amistad y cooperación que históricamente han unido a los pueblos de Colombia y Perú. A través de canales diplomáticos mantenemos abierto el diálogo para abordar los asuntos técnicos sobre el río Amazonas, que constituye la frontera común”, añadió la Cancillería a su comunicado.
Isla en conflicto con centenario tratado
El Tratado Lozano-Salomón, firmado en 1922, selló las fronteras entre ambos países a través del meridiano de la boca del río Cuhíme, en el Putumayo, hasta la confluencia del río Yaguas, y posteriormente por el thalweg del río Amazonas hasta el límite entre Perú y Brasil, según aclaran fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú.
Sin embargo, el thalweg, entendido como la parte más profunda del río, no es una constante fija. La dinámica del río Amazonas y su carga de sedimentos han alterado el cauce del río con el tiempo, lo que ha provocado un desplazamiento del thalweg. Justamente como consecuencia de estos movimientos geográficos, emergió La isla Santa Rosa, algo no contemplado en el tratado de 1922, ya que no existía al momento de su firma, informan medios peruanos.
El alcalde de la isla, Iván Yovera, ha denunciado repetidamente desde 2014 las “intenciones expansionistas” por parte de Colombia, lo que ha generado un incremento en las tensiones fronterizas.