Luego de varios días de duros intercambios con sus aliados en el oficialismo y ministros del Gobierno, desde el Partido Comunista finalmente parecen retroceder ante el verdadero aluvión de críticas que sufrieron, reflejado en las últimas declaraciones del jefe de la bancada de diputados de esa tienda, Luis Cuello, quien pidió poner fin a las tensiones.
Este repliegue se ve reforzado por la intervención de la expresidenta Michelle Bachelet, que esta jornada se reunió con los presidentes del oficialismo para poner freno a la polémica y ayudar a ordenar al sector de cara al complejo año político que enfrentan.
En este escenario, y haciendo uso de algunos planteamientos provenientes desde La Moneda, el parlamentario sostuvo que «en una coalición de Gobierno que está compuesta por partidos políticos distintos, pero que tenemos un objetivo común, es natural y normal propio de la dinámica política que existan diferencias«.
Asimismo, Cuello subrayó que «ya está hecho el punto y yo creo que, en definitiva, no contribuye a la consecución de nuestros objetivos comunes que estas diferencias se extremen o se profundicen», aludiendo al oficio presentado por sus colegas de partido Lorena Pizarro y Carmen Hertz al Ministerio del Interior para conocer más detalles en torno al operativo policial en Villa Francia, el cual desató el intenso intercambio de declaraciones al interior de la alianza gobiernista
En ese contexto, hizo hincapié en que «más bien, yo haría un llamado a todos los actores a que nos reconcentremos en los enormes desafíos comunes que tienen que ver con cumplir con un programa de Gobierno y sobre todo, enfrentar a una derecha obstruccionista que le niega la sal y el agua al pueblo chileno».
Finalmente, enfatizó que «la ropa sucia se lava en casa«, refiriéndose a las declaraciones de algunos militantes de otros partidos del oficialismo.