Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Alemania desbarataron un plan ruso para asesinar al director ejecutivo de la empresa fabricante de sistemas de defensa Rheinmetall, Armin Papperger, una de las mayores a nivel mundial y que se ha transformado en una de las más importantes proveedoras de armas de Ucrania.
La inteligencia estadounidense descubrió a principios de año que Rusia estaba planeando atentar contra la vida del alto ejecutivo, lo que dio a conocer a sus pares de Alemania, los que lograron proteger a Papperger y frustrar el plan para asesinarlo. Un alto funcionario del gobierno alemán confirmó que Berlín había recibido la advertencia de parte de Washington.
Rheinmetall ha ganado importante peso como suministrador de equipos militares de Ucrania en medio de la guerra que sostiene Kviy para defenderse de la agresión rusa. La empresa ha recuperado y puesto a punto numerosos tanques y blindados para el ejército ucraniano, además de ser uno de los principales suministradores de proyectiles de artillería de 155 mm, cruciales para abastecer a la artillería.
Asimismo, la empresa alemana tiene previsto abrir una planta de vehículos blindados en Ucrania en las próximas semanas, todo lo cual ha causado profunda molestia en el gobierno ruso.
El intento de asesinato formaría parte de una serie de planes rusos destinados a eliminar a ejecutivos de la industria de defensa en Europa que apoyan el esfuerzo bélico de Ucrania.
“Estados Unidos ha estado discutiendo este asunto con nuestros aliados de la OTAN y estamos trabajando activamente juntos para exponer y desbaratar estas actividades”, declaró Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos, acotando que “la intensificación de la campaña de subversión de Rusia es algo que estamos tomando muy en serio y en lo que nos hemos centrado intensamente durante los últimos meses”.
Desde hace más de seis meses, Rusia ha ejecutado una campaña de sabotaje en Europa empleando en gran medida a terceros. Reclutó a locales para llevar a cabo actividades que van desde ataques incendiarios a depósitos vinculados con armas destinadas a Ucrania hasta pequeños actos de vandalismo, con el objetivo de obstaculizar el flujo de armas de Occidente hacia Ucrania y reducir el apoyo público a Kiev.
Un alto funcionario de la OTAN, según el medio citado, advirtió sobre la gravedad de esta campaña de sabotaje, mencionando que algunos funcionarios creen que corre el riesgo de cruzar el umbral del conflicto armado en Europa del Este.