Hoy se realiza la incorporación al servicio de la Armada de Chile el rompehielos “Almirante Viel”, íntegramente construido en Chile a un costo aproximado de USD 220 millones. De ese costo más del 50% son costos que se han inyectado en la economía de la Región del BioBio y las empresas chilenas que han participado en este proyecto. El restante 50% son costos a proveedores extranjeros.
Como se ve el proyecto no salió más caro si se hubiese construido afuera, pero tampoco es más barato, porque Chile carece de economías de escala en la construcción naval que permitirían tener ahorros importantes en construcciones futuras. Eso es algo que se deberá discutir en al nueva “Política Nacional de Construcción Naval”.
Pero más allá de las cifras y características del buque es importante ver y analizar quien fue el Almirante Viel, y porque un rompehielos tiene su nombre.
Óscar Viel Toro nació en Santiago en 1837, prestando innumerables servicios a la Armada que incluyó participar en el traslado desde Inglaterra a Chile de la gloriosa Corbeta Esmeralda en 1856 y de luchar en la Guerra contra España en 1865-66, siendo designado por el Presidente José Joaquín Pérez, el 28 de noviembre de 1867, como nuevo gobernador del incipiente Territorio de Magallanes, gestando creaciones que aún marcan la Austral ciudad de Punta Arenas.
Al momento de llegar Óscar Viel, la población se componía de escasos 145 habitantes. El gobernador había embarcado en Ancud a treinta y ocho familias que sumadas a las veintidós que provenían de Valparaíso sumaban ciento setenta personas, que año tras año fueron aumentando debido a las disposiciones legales dictaminadas por la administración del Presidente Pérez.
Un personaje peculiar que se asentó en Punta Arenas en 1868 el argentino Luis Piedrabuena, quien había abandonado las Islas Falklands, luego de haber participado en una estafa, al comprar de forma ilegitima e ilegal los derechos sobre el naufragio del buque “Coquimbana”. No conforme con su estafa, en Punta Arenas también se dedicó a azuzar a los Aonikenk en contra de la Colonia chilena, y tratando de convencer al cacique Casimiro Biguá de que se asentara en San Gregorio, en el estrecho de Magallanes y plantara la bandera Argentina (algo así como unas placas solares…).
Gracias a la decidida acción del Gobernador Viel, el Estrecho de Magallanes es íntegramente chileno.
El 17 de septiembre de 1874 se determinaba el relevo de Óscar Viel como Gobernador de Magallanes. El regresó a servicio activo en la Armada, recibiendo el mando de la Corbeta Chacabuco. Y sus aventuras en Magallanes seguirían, dado que en Diciembre de 1876 lleva al nuevo Gobernador de Magallanes en una visita de Estado a Stanley, capital de las Islas Falklands. Un año después se crea el Consulado chileno en Stanley, como lo acredita este anuncio del “Stanley Gazette”, dado que el nombramiento del Cónsul chileno fue aprobado por la Reina Victoria.
En 1881, fue nombrado Comandante General de Marina y durante la guerra civil de 1891 apoyó el bando Balmacedista. Luego de la derrota de las fuerzas de gobierno, optó por exiliarse en París, en donde muere el 1 de septiembre de 1892.
Al igual que otros, tras la cruenta guerra civil, años más tarde fue restituido en sus honores en forma póstuma, reconociéndose su legado y trascendencia en la zona magallánica, así como su visión geopolítica, dado que el fue el que protegió el dominio chileno sobre el Estrecho de Magallanes y comenzó con las relaciones diplomáticas con las Islas Falklands, que está próximo a cumplir 150 años.