- El ex ministro y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad del Alba, Cristián Monckeberg, afirmó que “el gobierno debe hacer un llamado a confiar en la entrega de información y en su importancia”.
Este miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas informó la extensión del Censo para el mes de julio en 95 comunas del país. En primer término, el proceso debía cerrar este domingo, pero desde el INE se explicó que, aunque a la fecha hay más de 7 millones de viviendas censadas, existe un 4% de viviendas con personas que no pudieron u optaron por no responder. “Nuestro objetivo es llegar a todas las personas que aún no han sido censadas para que nadie quede fuera y estamos llamados a hacer el último esfuerzo”, afirmó Ricardo Vicuña, director nacional del INE.
Desde la Universidad del Alba, los académicos del Observatorio Social de la Universidad del Alba afirmaron que para que este proceso, que inició en marzo de este año, termine siendo exitoso es vital invertir en campaña para este último tramo.
En ese sentido, el ex ministro de Vivienda y decano de la facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Cristián Monckeberg aseguró: “Ahora el gobierno debe utilizar toda su capacidad comunicacional para que el Censo finalice bien. Si uno se pregunta por qué la gente no responde es por falta de confianza. El llamado debe ser a confiar en la entrega de información y en su importancia, porque este sistema es clave para la toma de decisiones de Estado, en temas relevantes como educación, salud, vivienda”, subrayó. El ex ministro precisa que, por ejemplo, para el ministerio de Vivienda la información recabada en el proceso es vital para contemplar la cantidad de subsidios que se otorgan, de viviendas que se van a construir y para hacer las consideraciones del plan de mejoramiento de viviendas que lleva a cabo MINVU”.
Rosario Martínez, socióloga y directora del Observatorio Social de UDALBA, fue crítica con la idea de que la realización del Censo no se llevara a cabo en un solo día. “El hecho de no tener una fecha única donde todos supiéramos que ese día teníamos que quedarnos en la casa para responder ha dificultado a los censistas para encontrar a las personas en sus casas y yo creo que este aplazamiento es a propósito de esto también”, advirtió la académica y subrayó: “El trabajo que hace el INE con el Censo permite el diseño de marco muestral para la encuesta Casen y otras que miden las problemáticas que tiene los ciudadanos, por ejemplo, la encuesta Enusc que mide la victimización y la inseguridad en el país. Si el Censo no está completo, entonces va a ver una subestimación de un grupo y sobrestimación de otro que puede generar un error estadístico importante a la hora de analizar los datos para desarrollar políticas”.
Censo OCDE
“El mérito del Censo del año 82, 92 y 2002 fue justamente la campaña que se hizo de sensibilización por los medios de comunicación. Para este tramo final es sensato pensar que se debe hacer una campaña de sensibilización más fuerte. Otra medida importante para lograr el éxito del proceso sería colocar censistas volantes en lugares con alta circulación de público, pero eso tiene que ir de la mano de la campaña de sensibilización en el sentido de informar que la obtención de datos es importante para la asignación de recursos. Los datos les permiten al Estado y a las municipalidades tomar decisiones con las platas”, agregó el historiador e investigador del Observatorio Social de la Universidad del Alba, Víctor Rojas.
El historiador acotó que el Censo realizado en un plazo más amplio responde al Censo de derecho que es el recomendado por la OCDE. “Se hace en un tramo de tres meses y busca que los censistas, por calendario, pasen por distintos sectores. Después se hace un barrido, pero el riesgo de este sistema es que se topen con imprevistos climáticos que pueden arriesgar la accesibilidad a distintos sectores para hacer la encuesta”.
