JERUSALÉN (AP) — La última ronda de conversaciones sobre un alto el fuego en Gaza terminó en El Cairo después de “discusiones serias y profundas”, dijo el domingo el grupo armado palestino Hamás, reiterando demandas clave que Israel nuevamente rechazó.
Después de señales de progreso, el panorama pareció oscurecerse cuando Israel cerró su principal punto de cruce para entregar ayuda humanitaria en Gaza después de que milicianos de Hamás lo atacaron. Por su parte, el ministro israelí de Defensa advirtió sobre “una poderosa operación en un futuro muy cercano en Rafah y otros lugares en toda Gaza”.
Israel no ha enviado una delegación, a diferencia de Hamás, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo que “vemos señales de que Hamás no tiene intención de llegar a ningún acuerdo”.
Los medios estatales egipcios informaron que la delegación de Hamás abandonó El Cairo para mantener conversaciones en Qatar y regresará a la capital egipcia para continuar las negociaciones el martes.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, bajo presión de los partidarios intransigentes de su gobierno, siguió reduciendo las expectativas de un acuerdo de alto el fuego y calificó de “extremas” las demandas de Hamás, incluida la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y el fin de la guerra. Eso equivaldría a la rendición tras el ataque de Hamás del 7 de octubre que desencadenó la guerra, dijo Netanyahu.
En cambio, su gobierno prometió nuevamente continuar con una operación militar en Rafah, la ciudad más al sur de Gaza en la frontera con Egipto, donde según Israel Hamás tiene los batallones que le quedan, pero donde más de la mitad de los 2,3 millones de residentes de Gaza ahora buscan refugio de los ataques israelíes. Rafah es un punto de entrada clave para la ayuda.