El comandante en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga, decidió la tarde de este miércoles dar de baja al comandante de la Brigada “Huamachuco” y al comandante en jefe de la VI División de la institución tras la muerte del conscripto Franco Vargas, luego de constatarse una “duda razonable” del cumplimiento de los protocolos de «régimen interno y sanitarios«.
“El intenso trabajo que llevado acá en estos días me ha dejado una duda razonable respecto de la correcta ejecución de la instrucción del cumplimiento de los protocolos de régimen interno y protocolos sanitarios, y de comprobarse a través de las investigaciones deberán asumirse las responsabilidades que se determinen”, indicó el general.
Iturriaga reconoció que “hubo falta de diligencia y omisiones para pesquisar adecuadamente y en un tiempo prudente, falsedades y tergiversaciones que conducen a la responsabilidad de mando de las máximas autoridades de la zona”.
“Por lo anterior he resuelto relevar del mando al comandante de la Brigada Huamachuco y al comandante en jefe de la Sexta División del Ejército; y proponer su retiro de la institución por su responsabilidad de mando al Presidente de la República”, señaló.
El comandante en jefe afirmó que el Ejército “está compuesto por miles de hombres y mujeres, y tiene la obligación y el compromiso de hacer garantes del recuerdo y protección de nuestros soldados”.
Asimismo, mencionó que las investigaciones en curso determinarán si “al soldado Franco Vargas, que en paz descanse, debió o no haber marchado de acuerdo a los protocolos de instrucción y de salud”.
“Asimismo, habrá de determinar las causas que mantienen a dos soldados graves en el Hospital Militar y un grupo importante que fue afectado por otras complicaciones de salud”, aseveró.
Además, el general Iturriaga apuntó a que como institución se están haciendo todas las investigaciones para “esclarecer los hechos y eventuales responsabilidades con la mayor celeridad y transparencia, pues el Ejército no acepta que su personal traicione el honor militar”.
A pesar de esta reacción -tras 9 días de ocurrido los hechos- su permanencia a cargo del Ejército sigue en duda para algunos sectores.