El ministro de Defensa argentino, Luis Petri, reconoció que se está renegociando con Noruega la adquisición de cuatro aviones P-3C Orion -de construcción estadounidense- para reforzar el control y vigilancia de los espacios marítimos en el Atlántico Sur, en una operación que alcanza los US$60 millones.
El secretario de Estado reconoció, en conversación con el diario bonaerense La Nación, que el Presidente Javier Milei le dio instrucciones para renegociar el contrato con Noruega y con los Estados Unidos al comenzar su gestión, lográndose avanzar en la concreción de la compra de las cuatro aeronaves, que serán operadas por la Armada, para el control y vigilancia del mar territorial y las 200 millas marítimas de Zona Económica Exclusiva, en las operaciones que lleva adelante el Comando Conjunto Marítimo de las Fuerzas Armadas.
Dependiendo de las modificaciones, además de una serie de equipo electrónico de vigilancia, estos aviones podrían quedar habilitados para portar misiles antibuque Harpoon, convirtiéndose en una poderosa unidad de guerra marítima.
Verdadera telenovela
Petri recordó que esta adquisición «había sido anunciada por el kirchnerismo dos meses antes de irse del poder, pero se cayó porque el gobierno de Alberto Fernández nunca pagó la primera cuota, de 10 millones de dólares”, reveló el funcionario. Se estima que el precio final por las cuatro aeronaves llegaría a 60 millones de dólares.
Lo anterior alude a la gestión del entonces titular de Defensa, Jorge Taiana, quien firmó el contrato por los Orion, pero no cumplió el compromiso de depositar el pago de la primera cuota, que ascendía a 10 millones de dólares y vencía el 5 de diciembre de 2023.
“La política del gobierno anterior era firmar cartas de intención para mejorar el equipamiento de las Fuerzas Armadas, pero después no cumplía los compromisos y las operaciones no se concretaban”, señaló.
“Nunca pagaron, el contrato se cayó y tampoco había negociado con Estados Unidos la validación de las tarjetas de los radares, que tenían el veto británico”, explicó Petri, quien detalló que “sin la habilitación de las tarjetas de radares en condiciones. de radares, las aeronaves destinadas al control de la pesca ilegal pasan a ser aviones de pasajeros”.
Se estima que tienen un potencial de vuelo en promedio de 17.000 horas de vuelo, lo cual representa un tiempo de empleo de, al menos, 15 años, según las estimaciones oficiales. Los aviones tendrían su base en Trelew, en la estación específica de observación de la Aviación Naval.