El comunero emitió una última declaración antes de conocer su sentencia, instancia en la que solicitó ser absuelto.

Así, señaló que «entiendo que una resolución tiene que tener un basamento. Más allá de solicitar que para una condena se debe tomar en consideración una prueba, a nuestro juicio, esa prueba tiene que ser concreta, objetiva y fundamentada en relación si por lo menos existen nexos con los delitos que se me imputaron y en relación a eso yo solicito la absolución y la justicia en este proceso judicial».

Además, Llaitul insistió en que el juicio en su contra fue una «persecución política» generada por un «choque cultural» y que la Fiscalía fue subjetiva al momento de realizar la investigación y respectiva imputación, recalcando que «acá ha habido un choque de cultura que lleva a un juicio criminal (…) tiene que ver con esta imposibilidad de entendimiento con lo que es la causa mapuche».

Fue tajante a continuación en sostener que «seguramente esta será una condena en donde yo reciba toda la fuerza del Estado…por este mismo choque cultural, de que no nos podemos entender y que va a existir un conflicto permanentemente», agregó.

«Para condenar a una persona, a mi juicio, no es suficiente la subjetividad de la Fiscalía y es lo que yo observé todo el tiempo. Debe tener pruebas concretas y objetivas, no tiene que ser sobre la base de especulaciones y suposiciones (…) Yo estando preso, sigue existiendo el conflicto mapuche. Si me condenan, va a seguir existiendo el conflicto mapuche, porque es un problema objetivo», concluyó el líder de la CAM.