Las duras declaraciones de José Antonio Kast en contra del Presidente Gabriel Boric desde Hungría repercutieron al interior del Gobierno, desde donde, pese a catalogar los dichos como «un insulto», evitaron escalar la polémica.
Así, el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, catalogó los dichos de Kast como un «insulto», y agregó que «no se construye un mejor país agrediendo e insultando, se construye un mejor Chile a través del diálogo democrático constructivo. Por tanto, quien cree que a través de la descalificación va a generar mejores condiciones de vida para las chilenas y chilenos, comete un error grave».
En ese contexto, recalcó que «nosotros no vamos a formar parte de esa lógica y vamos a seguir imponiendo nuestro compromiso por Chile sobre una visión constructiva de un diálogo democrático que permita generar puntos de encuentro y no divisiones (…) Una persona que insulta y que agrede finalmente no cree en sus propias convicciones o simplemente no tiene convicciones. Porque si tiene que descalificar a los demás es porque no cree en sus propias ideas».
En tanto, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, buscó minimizar los ataques de Kast al Mandatario, sosteniendo que «no vamos a inflar polémicas artificiales», aun sabiendo que estas declaraciones responden a un desprestigio en una esfera internacional, que no solo podría afectar la imagen personal del Presidente, sino que también del país.