El canciller Alberto van Klaveren descartó sentirse «incómodo» o «desaparecido» en medio de la polémica exclusión de empresas israelíes de FIDAE 2024, y le aconsejó al embajador de dicho país en Chile que «sería bueno algún ejercicio de autocrítica» en medio de la ola de críticas que el diplomático ha emitido en contra de la decisión del Presidente Gabriel Boric.
Fue así como el jefe de la diplomacia nacional recalcó, tras participar en un conversatorio con mujeres representantes de empresas exportadoras en Viña del Mar esta mañana, que «no estoy incómodo, siempre aprecio que se preocupen por mi propia posición y actitud personal, pero estoy cómodo«.
Asimisimo, al preguntársele por las críticas ante su virtual «desaparición» de la esfera pública de Cancillería, el ministro sostuvo que «no creo estar desaparecido«, insistiendo en que «he estado muy presente en foros internacionales, el jueves tuve que dirigir una reunión virtual. Aseguró luego que «no creo que eso sea señal de ausencia. He estado muy dedicado como cualquier canciller a desarrollar las relaciones exteriores en nuestro país«.
Críticas israelíes a la relación bilateral
Al responder a las críticas de embajador israelí Gil Artzyeli, Van Klavaren fue enfático en sostener que «no es usual que el embajador de un país polemice con el canciller, por eso mismo he evitado una polémica directa con él«, señalando luego que «en el caso de Israel obviamente estamos hablando de una situación extremadamente compleja; Israel ha desarrollado una serie de acciones en Gaza que representan violaciones muy sistemáticas del derecho internacional humanitario. Esto no es solo una posición de Chile, es una posición de la comunidad internacional en su conjunto«.
Seguidamente hizo «una distinción muy importante en el caso de Israel entre lo que es el Estado de Israel y el pueblo de Israel, y lo que es su Gobierno. Es un Gobierno realmente de características muy singulares como lo han destacado dirigentes de todo el mundo. En consecuencia estamos relacionándonos con un Gobierno concreto, específico, dirigido por el primer ministro Netanyahu y que representa una coalición de características muy singulares en Israel. Y eso explica en parte los problemas que han habido con ese país».
El titular de RR.EE. contestó asimismo las críticas del representante diplomático israelí acerca de la escasa comunicación que habría podido sostener con las autoridades gubernamentales chilenas, al subrayar que «él ha estado en contacto permanente, cada vez que ha querido, con la Cancillería, a través del nivel que corresponde. Normalmente los embajadores en Chile se relacionan con la Cancillería a través de la respectiva dirección regional», enfatizando que «el embajador Juan Pino ha estado en contacto permanente con el embajador de Israel».
Por otra parte, el ministro hizo especial hincapié en que él mismo recibió al embajador en audiencia a los pocos meses de que asumió como ministro de Relaciones Exteriores, precisando eso si que «mi agenda no me permite estar en contacto permanente con los embajadores, para eso hay una estructura, y yo les puedo asegurar que el embajador de Chile tampoco conversa diariamente ni semanalmente con el ministro de Relaciones de Israel, ni siquiera con su segundo«.
Por eso, comentó con un dejo de ironía que, «en el caso del embajador de Israel, sería bueno algún ejercicio de autocrítica; yo he sido también embajador, diplomático representante de Chile, y si a mí se me cierran las puertas, pregunto por qué se me han cerrado las puertas».
FIDAE
Al abordar la marginación de las empresas israelíes de FIDAE, el ministro nacional recordó, en defensa de la medida presidencial, que existe un precedente en el previo Gobierno de Sebastián Piñera, cuando se canceló la participación de empresas rusas a causa de la invasión de dicho país a Ucrania. Por lo mismo, resto gravedad a la eventualidad de que Israel acuda a la OCDE por dicha decisión.
«Eso es algo que tendrá que verse en su momento, nosotros creemos que no hay base para una acción de esa naturaleza, no sé muy bien a qué mecanismo podría estar refiriéndose el embajador de Israel, y obviamente no corresponde que este tema sea tratado en la OCDE», concluyó.
