Un error estratégico en política internacional y defensa, y una discutible decisión de poner al programa de Gobierno por sobre el Estado de Chile, son algunas de las evaluaciones de expertos sobre el anuncio gubernamental, impulsado por el Presidente Gabriel Boric de excluir a Israel de la próxima versión de la FIDAE.
Infogate solicitó las opiniones de los destacados analistas Fernando Wilson y Guillermo Holzmann acerca de las implicancias de la medida para el país y el futuro de las relaciones con uno de sus más importantes socios estratégicos en transferencia tecnológica, seguridad, defensa y, como no olvidar, el puntal de la política espacial chilena en los próximos años.
Un «error profundo»
Para el Doctor en Historia y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Wilson, «la decisión de excluir a Israel a menos de un mes de FIDAE 2024, representa una decisión política por parte de la administración Boric, que puede ser comprensible en lo humano, pero que en lo esencialmente estratégico, sobre todo en lo político internacional en la larga duración, representa un error profundo».
En este contexto, recuerda que «Israel es un proveedor primario de materiales de defensa para Chile, no solamente sistemas de armas en cuanto a tales, sino que también sistemas de mando y control, de guerra electrónica, ciberseguridad, en montos que son enormes en términos de dinero pero, al mismo tiempo, de enorme sensibilidad estratégica«.
Es por eso que sostiene que «alterar la relación con Israel por una decisión coyuntural, de Gobierno por oposición a la de Estado, resulta particularmente serio y complejo en relación a la mantención de nuestras relaciones internacionales de tipo político-estratégico».
Coloca al programa de Gobierno por sobre el Estado de Chile
Por su parte, el analista político e internacional Guillermo Holzmann recalcó que la decisión tomada por el Presidente Boric, si bien está dentro de sus atribuciones, por ser quien dirige la política exterior del país, «sin lugar a dudas tiene implicancias«, al generar «inquietud en diversos países respecto a lo que el Jefe de Estado chileno puede hacer en las relaciones bilaterales de larga data y que son prácticamente relaciones diplomáticas consolidadas y de gran confianza y prioridad entre las partes, como es el caso de Israel».
Además, la decisión implica romper «con la política exterior del país, que se había mantenido durante décadas, y si bien es cierto hay consenso respecto a la dramática situación y la transgresión de derechos humanos en Gaza y la forma en que Israel ha actuado o está actuando, hay claridad en Chile respecto a la necesidad de que el Estado Palestino exista; hay claridad respecto a la necesidad de respetar el derecho internacional, y en este caso hay una variedad de herramientas que diplomáticamente se pueden utilizar. Pero, en el caso de Israel se pone en duda y probablemente dicho país va a esperar hasta el final de este Gobierno para ver como queda la relación bilateral más allá de las medidas que pueda tomar como el retiro de los agregados militares».
Por otra parte, Holzmann recalca que el Presidente, y así se va a evaluar, «está dando cumplimiento a su programa, pero está colocando el programada sobre el Estado de Chile y eso sin duda va a conllevar una situación yo diría más compleja. Esto se suma a lo que ya ha hecho el Gobierno en cuanto a hacerse parte de lo que se ve en la Corte Internacional de Justicia sin consultar ni al Congreso ni al Consejo Asesor, ni buscar un consenso transversal desde el punto de vista de un política de Estado de largo plazo».
En ese marco, reitera que el Presidente tiene una atribución, «pero esta corresponde que sea evaluada en la medida en que interfiera en lo que es a largo plazo nuestros intereses y, que en este caso, afecta la seguridad y defensa, afecta la innovación y acuerdos que hay con el estado de Israel en diversas áreas, como la agroindustrial, minería, etcétera, y que no es comparable con lo que hizo el Presidente Piñera con Rusia, dado que lo hace en concordancia no solamente con las consultas internas sino también con lo que era una alianza liderada con Estados Unidos y la Unión Europea, esto es, con socios estratégicos nuestros».
