En los últimos años, el cáncer colorrectal ha aumentado a nivel mundial y en Chile el panorama es similar. Según cifras de GLOBOCAN 2022, cada año se diagnostican más de 6.500 casos nuevos, con datos similares en ambos sexos. Esto lo ubica en el segundo tipo de cáncer con mayor incidencia a nivel nacional, luego del cáncer de próstata.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los casos de cáncer aumentarán en un 77% hacia el año 2050, esto en relación a los datos obtenidos en 2022. Preocupante situación que por ejemplo se refleja en el cáncer colorrectal, que aumentó considerablemente durante la última década entre personas de 25 a 49 años, enfermedad que antes se desarrollaba principalmente en pacientes sobre 50 años.
El cáncer colorrectal se vincula con el consumo excesivo de carnes rojas, alimentos ultra procesados, índices elevados de obesidad y sedentarismo, entre otros factores que fundamentarían el alza de esta enfermedad de tipo digestivo que ha superado incluso los índices de cáncer de pulmón, que sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en nuestro país.
Actualmente, el cáncer colorrectal ocupa el tercer lugar en causa de muerte por cáncer en el país. Situación que podría cambiar si estos nuevos casos fueran diagnosticados y tratados a tiempo. Así lo destaca el Dr. Jaime González, supervisor médico del Centro de Investigación Clínica Bradford Hill, “en este tipo de enfermedades es crucial el desarrollo de nuevos tratamientos y terapias que ayuden a los pacientes a mejorar su calidad de vida”.
Esta enfermedad representa el 10% de los cánceres diagnosticados en el mundo. Es el segundo más común en mujeres y hombres. Si bien, la palabra cáncer suele tener una fuerte connotación negativa, es importante saber que en el caso del colon y recto es una enfermedad tratable y con buen pronóstico.
No todos los cánceres colorrectales son iguales. Actualmente la investigación clínica está tratando de identificar algunas de las diferencias entre los cánceres colorrectales en función de factores como los cambios genéticos o proteicos en las células cancerosas. Esto podría permitir entender mejor cómo el cáncer colorrectal se desarrolla y propaga. También podría ayudar a determinar qué tipos de cáncer tienen más probabilidades de mejorar con ciertos tratamientos, así como cuáles tienen más probabilidades de reaparecer después del tratamiento.
“Desarrollamos investigación traslacional en cáncer colorrectal, que es la clasificación molecular en distintos subtipos moleculares de consenso a través del uso de 3 técnicas de biología molecular como la inmunohistoquímica, la secuenciación genómica masiva y RT-PCR. El uso de estas 3 técnicas nos va a permitir clasificar molecularmente a los pacientes y así elegir las terapias dirigidas en una forma más personalizada, esto es la clave”, agrega el especialista.
Pruebas moleculares útiles para planificar un tratamiento
En algunos cánceres colorrectales, las células cancerosas tienen cambios en ciertos genes o proteínas que pueden afectar la forma en que crecen, así como también la forma en que pueden responder a ciertos medicamentos contra el cáncer.
Cuando se detecta el cáncer colorrectal, ahora se realizan pruebas de laboratorio de forma rutinaria en las células cancerosas para buscar ciertos cambios genéticos o proteicos, que a veces se denominan biomarcadores. Los resultados de pruebas de biomarcadores podrían afectar las opciones de tratamiento de una persona al mostrar si ciertos medicamentos tienen, o no, probabilidades de ser efectivas. En la actualidad, se analizan de forma rutinaria varios biomarcadores y ahora se están estudiando muchos otros para ver si podrían ayudar a mejorar el tratamiento del cáncer colorrectal.
“Actualmente en Bradford Hill tenemos más de 5 estudios clínicos que están tratando a pacientes con cáncer colorrectal con terapias dirigidas e inmunoterapia, los que nos han permitido brindarle una opción de tratamiento a los pacientes con esta enfermedad. Próximamente también se abrirá un estudio que tratará a pacientes con una característica precisa molecular en su tumor que son pacientes con HER2 positivo, los que pueden recibir un tratamiento con quimioterapia y terapia dirigida”, destaca el Dr. González