El ministro subrogante de Defensa, Ricardo Montero, abordó esta mañana la convocatoria del Consejo de Seguridad Nacional, Cosena, señalando que ello obedece a lo sostenido por el Presidente Gabriel Boric en cuanto a «que va a usar todas las herramientas que le entregue el Estado de derecho en la medida que las considere pertinente».
En ese contexto, «esta es una de las herramientas y busca dar respuesta al inicio complejo de año, del cual queremos hacernos cargo lo más rápido posible”
Ese inicio complejo, según explicó en conversación con ADN Radio, obedece a varios factores. “Hay datos objetivos y públicos: tuvimos un año relativamente bueno en cuanto a seguridad en 2023 y se logró mejorar cifras en el norte y sur, pero todavía tenemos problemas en temas tan relevantes para la sociedad como homicidios y delitos violentos”.
La autoridad recalcó que el Consejo, sin embargo, pese a ser solo consultivo, es la respuesta a un problema grave de institucionalidad y una amenaza a la seguridad nacional. Al menos esas son las características para llamarlo, según la Constitución.
Montero precisó que “cada uno de los integrantes del Cosena va en la calidad, investidura y facultades de su cargo. Los comandantes en jefe de cada una de las ramas van en atención a que hoy tenemos mecanismos de excepción constitucional extraordinario desplegado a lo largo del territorio nacional. Las presentaciones y declaraciones de los comandantes en jefe van en esa línea”.
«En la frontera norte existe una situación por la migración irregular; en el sur, con “ataques incendiarios y violentos y en ciertas circunstancias de carácter terrorista, donde nos estamos haciendo cargo”, explicó el secretario de Estado; y en el centro “tenemos un tema preocupante en materia de homicidios”. Además, hay preocupación por el crimen organizado, que “presenta una situación que merece el máximo análisis en materia de seguridad con todos los poderes del Estado”.
Pese a ese escenario local, Montero hizo hincapié en que se trata de «un fenómeno mundial de todas las democracias occidentales: Estados Unidos y migración en Texas; Ecuador; Brasil está con apoyo militar en puertos y aeropuertos; Suecia con el mismo debate; Países Bajos y puertos. Es un fenómeno global, que está afectando a las democracias, que ha ido evolucionando en el tiempo y del cual tenemos que hacernos cargo. Una forma de hacernos cargo es usar las herramientas que nos entrega el Estado de Derecho, y una de esas herramientas es el Cosena”.
Qué pasa con la Ley de infraestructura crítica
Por otra parte, en relación al eterno debate parlamentario sobre el proyecto de ley de Infraestructura Crítica, el ministro (S) señaló que “el debate en la ley es cómo limitamos, de forma efectiva, para que en los tres niveles sean consistentes: la habilitación constitucional que ya existe, la ley que entrega la regulación, y especialmente los planes de cómo se ejecuta esta ley”. Los niveles mencionados corresponde a la zona fronteriza en el norte, el uso de la fuerza en el sur y lo que ocurriría en caso de que esta propuesta vea la luz.
“La ley de estado de excepción constitucional tiene las normas genéricas del uso de la fuerza y ciertos lineamientos que ya están y que se han venido usando, tanto en estado de excepción de emergencia como de catástrofe, que estamos habituados por incendios, inundaciones. Dos, en el norte tenemos un decreto con fuerza de ley, facultado por el Congreso, que regula cómo tiene que ser el uso de la fuerza ahí. Y además ahora hay un par de proyectos de ley, uno de ellos patrocinado y empujado por el Ejecutivo, que busca hacer una regulación general del uso de fuerza de las Fuerzas Armadas cuando realicen funciones que sean extraordinarias a la regular”.
Aclaró seguidamente que si no se ha tramitado, ello se debe a que “requiere una conversación transversal, al detalle, que es como ciberseguridad en su símil. Estamos en esa conversación, que es compleja. Por eso el Presidente hace el llamado al Cosena para discutirlo y poner la mejor voluntad en la seguridad del país, que nos preocupa a todos”.
Añadió seguidamente que “ojalá esa situaciones extraordinarias se terminen en el más breve plazo posible y podamos volver a la normalidad o regularidad constitucional de las tareas propias de las Fuerzas Armadas. Mientras sea necesario, mientras entregue la herramienta el Estado de Derecho, vamos a utilizar todas las herramientas para dar seguridad a la ciudadanía”.
¿Y la policía militarizada?
En torno a la idea de la creación de una Policía Militarizada, la autoridad señaló que “es bienvenida y van a ser analizada”, aunque acotó que en la experiencia comparada “hay diferentes casos. Lo que a nosotros nos ha dado mejor funcionamiento es trabajos integrados entre las policías y las Fuerzas Armadas, es lo que ha dado mejores resultados”.
Sin embargo, fue claro en explicar que “las policías tienen sus distintos grupos: GOPE, COP. Hay diferenciación existente. En el sur hay tareas complementarias. Eso ha venido funcionando bien y deberíamos seguir explorando en esa línea. No sé si hoy la mejor opción, y no lo veo posible en el corto plazo, sea armar otro cuerpo que mezcle funciones de diferentes instituciones armadas”.