Por: Silvia Yu-chi Liu, Directora General Oficina Económica y Cultural de Taipei
El pasado 13 de enero los taiwaneses elegimos al nuevo presidente en forma democrática, lo cual ha sido un modelo para muchos países. El presidente electo de Taiwán, Dr. Ching-te Lai prometió en su campaña que iba a seguir la ruta de trabajo de la actual Presidenta Dra. Tsai Ing-wen en busca del diálogo con China, sin embargo, hace unos días la Administración de Aviación Civil de China, en contra con las regulaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), hizo un anuncio unilateral el pasado 30 de enero, sin celebrar las consultas previas con Taiwán, revocando de esta forma el acuerdo anterior a través del Estrecho del 2015 referente a las rutas de vuelo M503, W122 y W123.
Las medidas comunicadas por China permitirán que los vuelos en las rutas antes mencionadas vuelen en ambas direcciones al mismo tiempo, lo que no solo causará dificultades en el control del tráfico aéreo, sino también podrá provocar que los vuelos entren en espacio aéreo de Taiwán en caso de mal tiempo o de vuelos anómalos, y la peligrosa situación de colisiones lo cual incrementará significativamente los riesgos de seguridad operacional.
Taiwán siempre aboga por la democracia y procura mantener la paz y la estabilidad entre ambos lados del Estrecho de Taiwán. El resultado de la última elección refleja la voluntad de los ciudadanos de Taiwán en mantener el estatus quo para mayor beneficio y bienestar para todos, sin embargo, no todos los actores comparten el mismo valor y es importante que la comunidad internacional conozca el tema, y que la OACI haga su trabajo para la paz en la región.