Chile se convirtió en el primer país del mundo en ratificar el Tratado de Alta Mar, iniciativa que ha sido destacada por WWF debido a la necesidad de protección que tiene uno de los mayores bienes comunes de la humanidad y uno de los pilares de la vida sobre el planeta.
“Este es un gran avance para la conservación marina en aquellos espacios que van más allá de las jurisdicciones nacionales. Felicitamos el compromiso de Chile en esta materia, que se manifiesta en la ratificación de este tratado, así como en el impulso dado en instancias previas de este proceso. Esperamos que el resto de los países sigan este ejemplo”, señaló Yacqueline Montecinos, coordinadora de Biodiversidad Marina y Políticas Oceánicas de WWF Chile, además de coordinadora de la iniciativa Corredor Azul del Pacífico de WWF.
“Asimismo, como WWF apoyamos la postulación de Chile a convertirse en sede de la Secretaría del Tratado de Alta Mar”, agregó la experta.
El acuerdo, conocido oficialmente como Tratado de Biodiversidad Más Allá de la Jurisdicción Nacional (o BBNJ, por sus siglas en inglés), permitirá la creación de Áreas Marinas Protegidas en alta mar y establece un marco para la evaluación del impacto ambiental en dicha zona oceánica. Se espera, además, que sea una herramienta fundamental para cumplir los compromisos de la meta global denominada 30×30, que implica la protección de al menos un 30 % de las zonas terrestres y de aguas continentales y de las zonas marinas y costeras. Por otro lado, también contribuirá al fortalecimiento de la protección de las rutas migratorias de los grandes cetáceos dentro del Pacífico Oriental.