La Comunidad Judía de Chile mantiene su distancia del actual Gobierno a causa de las diversas declaraciones del Presidente Gabriel Boric y otras autoridades y ello se ha reflejado nuevamente este martes luego de que a través de una carta dirigida este martes al ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, la entidad dio a conocer que no asistirá al tradicional acto de conmemoración que organiza la Cancillería del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, programado para el próximo sábado 27 de enero.
En la misiva, firmada por la presidenta de la entidad, Ariela Agosín, se hace hincapié en que «esta conmemoración, que es la ocasión para recordar a las víctimas y su dolorosa experiencia, es también la oportunidad de renovar el compromiso de “nunca más”, que, en esta ocasión, suena vacío«.
Precisa a continuación que «a propósito del ataque terrorista perpetrado por Hamás el 7 de octubre, en los últimos 3 meses, en Chile hemos sido testigos de actos y dichos que replican los prejuicios y ataques sufridos por los judíos en los años 30 y que desembocaron precisamente en la tragedia que este día pretende conmemorar», haciendo hincapié al respecto que «el Presidente de la República no ha tenido una sola palabra de condena para estos acontecimientos que afectan directamente a los chilenos de origen judío«.
Añade seguidamente que «de la misma forma, el ataque -que constituye la peor masacre de judíos tras el Holocausto- tampoco fue condenado por el Gobierno de Chile con la fuerza que merecía«.
Luego, la carta es taxativa en explicar que «las últimas declaraciones del Presidente Boric, donde anuncia acciones en contra de Israel y no de Hamas, y compara a Gaza con la Berlín del año 1945, no hacen otra cosa que avalar la pretensión de exterminio de dicho grupo terrorista y banalizar el genocidio de 6 millones de judíos, un millón de gitanos, 250 mil personas discapacitadas y nueve mil homosexuales que fueron asesinados por los nazis y sus colaboradores, así como seguir alimentando un discurso de odio y antisemitismo en nuestro país«.
Se destaca también que no pueden avalar con su presencia en la actividad «una agenda como ésta, que resulta en la vandalización de sinagogas, amenazas y agresiones a instituciones y personas de nuestra comunidad, poniendo en riesgo la seguridad de ciudadanos chilenos que el Estado tiene el deber de proteger y resguardar».