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Con la llegada del verano, las altas temperaturas pueden representar un desafío para todos. Es crucial tomar medidas preventivas para garantizar su bienestar durante los días de más calor y evitar un golpe de calor.
Las primeras semanas de este 2024 han sido caracterizadas por un intenso calor. En varias regiones del país las máximas superaron los 34°C, por lo que el cuidado frente a este elevo de la sensación térmica se torna una prioridad.
Una de las complicaciones más graves frente a las altas temperaturas es el golpe de calor, un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas.
El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 40 °C o más.
El Dr. Henrique Flausino, Médico General de Clínica Tarapacá explica que “La capacidad para regular la temperatura corporal disminuye con la edad, es por esto que los adultos mayores son más propensos al agotamiento por el calor. Además, muchas personas mayores pueden tener afecciones crónicas o tomar medicamentos que afectan su capacidad para tolerar el calor”.
Algunos de los síntomas más habituales de un golpe de calor incluyen: “piel roja caliente y seca (se agota la transpiración) Respiración y frecuencia cardiaca acelerada. Dolor palpitante de cabeza. Alteración del estado mental y del comportamiento como: vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento”, señala el profesional.
Bajo esta misma línea, los especialistas hacen diferentes recomendaciones para que los más afectados no resulten con consecuencias mayores en la salud, priorizando factores como una correcta hidratación, el uso de productos de protección dérmica y evitar la exposición directa al sol, esto para esquivar posibles contactos directos con la radiación ultravioleta.
El Dr. Henrique Flausino expone que el enfoque debe estar en el incentivo de una hidratación constante, esto además se debe complementar con el uso de prendas de ropa ligera e intentar no realizar actividades al aire libre durante los horarios de mayor calor. Finalmente, el profesional, recalca la importancia de realizar un monitoreo constante, a fin de evitar descompensaciones y consecuencias mayores.
“Las recomendaciones para evitar un golpe de calor son: mantenerse óptimamente hidratados, con al menos un consumo de 2,5 litros por día, además es recomendable usar ropa ligera y con colores claros en conjunto con el uso de algún sombrero. La supervisión del estado de salud es de vital importancia, por lo que si se presentan síntomas de agotamiento por calor como mareos o debilidad, se debe acudir de inmediato a un centro asistencial”, afirma el profesional.
“El golpe de calor requiere tratamiento de urgencia. El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte”, señala el doctor