En el dinámico mundo de las inversiones inmobiliarias, los chilenos están volteando la mirada hacia Miami, encontrando en la ciudad estadounidense no solo una oportunidad de crecimiento financiero, sino también una experiencia de vida única.
Según datos proporcionados por Legria, la proptech chilena que entrega una solución innovadora para la compra de segundas viviendas fraccionadas, la plusvalía promedio de las inversiones inmobiliarias en Chile se sitúa en un 9,1%, mientras que en Miami alcanza un impresionante 18%.
Invertir en Miami
Bajo su innovador modelo de copropiedad, Legria ofrece propiedades vacacionales de lujo en sectores exclusivos como Sunny Isles y Key Colony desde los US$ 154.157 por fracción. Este modelo permite disminuir la inversión inicial, fraccionando la propiedad por medio de una sociedad de 8 acciones, donde cada persona es dueña acorde al tiempo y uso que realmente necesita.
Para Iván Saldias, agente inmobiliario chileno que reside en Miami hace 10 años, la valoración positiva de la ciudad está lejos de cambiar debido a factores como la afluencia, la eliminación de doble tributación, su conectividad geográfica con el resto del mundo y los atractivos turísticos que posee. “No se ve por dónde los precios podrían bajar”, afirma.
Diversidad y oportunidades
A diferencia del mercado chileno, Miami ofrece una amplia gama de opciones, desde casas unifamiliares hasta penthouses de lujo. Además, “la Reserva Federal acaba de anunciar que no subirá los intereses al menos hasta 2024, lo que permitirá a los inversores acceder a mejores ofertas de financiamiento”, comentó Saldias.
Pedro Pablo Mir, CFO de Legria, destaca la importancia de considerar Miami como una opción estratégica, enfatizando que «la diversificación y la posibilidad de acceder a destinos con mayor plusvalía son clave en la estrategia de inversión de los chilenos».
El atractivo de Miami se extiende más allá de las cifras financieras. El clima cálido, la rica cultura, la oferta de entretenimiento y la calidad de vida son elementos que seducen a muchos chilenos en busca de una segunda residencia o un lugar para vacacionar.
Este cambio de perspectiva refleja no solo una búsqueda de mayores rendimientos, sino también una adaptación a un mercado globalizado que ofrece oportunidades fuera de las fronteras locales. “Para los inversores chilenos, Miami no es solo un destino de inversión, sino una puerta a un modelo de copropiedad con más libertades y menos preocupaciones administrativas” agregó Pedro Pablo.