Cada cierto tiempo y con mucho más frecuencia Chile es remecido por casos de corrupción en que intervienen actores del mundo privado y del mundo político, por ahora el caso que conmociona las redacciones y las reacciones es el llamado Caso Convenios o traspado de recursos públicos a fundaciones y ONG’s, además estalla un caso de defraudación por parte de medio centenar de empresarios con facturas falsas provocando un perjuicio fiscal de más de 240 MIL millones de pesos, sin contar otros innumerables casos de corrupción como el caso Led, etc.
En este escenario INFOGATE.CL contactó a diferentes actores del mundo político, legal y de transparencia que están fuera del circuito oficial a quienes le planteamos la siguiente interrogante:
¿La corrupción puede ser considerada como una forma de crimen organizado?
Le consultamos a Gilberto Aranda, Profesor titular Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile; al abogado y ex auditor general de la Armada, contraalmirante (J) en Retiro, Cristián Araya; al abogado Luis Mariano Rendón, al excandidato presidencial y profesor Eduardo Artés, al abogado especialista en temas de transparencia Alberto Precht; al Dr. en Historia y profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Wilson.
El abogado Luis Mariano Redón señala que: «La corrupción es un fenómeno genérico. En algunas ocasiones puede constituir delito. Y podría haber una organización criminal dedicada a cometer ese tipo de delitos o podría ser solo un medio para cometer otros delitos»
En tanto para el Dr. en Historia y profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Wilson: «En términos estrictos, más que hablar de crimen organizado, la corrupción la veo más como una debilidad del Estado, ciertamente representa una ventana de oportunidad que es similar a la que aprovecha el crimen organizado, que es la debilidad de las instituciones y la dificultad que tiene la estructura tanto pública como privada de poder manejar actividad ilegítima, pero el elemento central representa, en el caso de la corrupción estatal y sobre todo corrupción sistémica como la que hemos estado viendo es más bien el debilitamiento estructural, no solo de las instituciones en cuanto a tal en términos de órganos sancionatorios, sino que de los conceptos sociales respecto a las conductas correctas. Si no logramos recuperar -como sociedad- la legitimidad del manejo de la situación estamos perdidos«.
Para Alberto Precht, especialista en temas de corrupción y transparencia «Si definimos crimen organizado como tres o más personas con permanencia en el tiempo que se organizan concertadamente para cometer delitos graves y obtener beneficios económicos o de otras especie, podríamos entender, debido a que la corrupción constituye delitos graves, sí podría hablarse de crimen organizado. Sin embargo, el crimen organizado se relaciona más bien a otro tipo de delitos que usan la corrupción como un medio para la comisión de ese delito, pro ejemplo los traficantes de armas de drogas, etc., utilizan el soborno, el cohecho como una forma de poder ingresar estas mercancías o personas a territorio nacional, claramente -desde ese punto de vista- se podría hablar más bien que la corrupción es un medio que utiliza el crimen organizado más que el acto de corrupción sea un acto de crimen organizado«.
La corrupción es una perversión social, que se expresa o concreta en actos o acciones corruptos, es decir, deshonestos o inmorales porque son realizados haciendo uso y abuso de prerrogativas, cargos, privilegios, posición económica o social, etc. Estos actos, a su vez, pueden ser constitutivos de delito o solo de una falta a la moral. Si son constitutivos de delito y estos son cometidos por dos o más personas que se ponen de acuerdo para delinquir, se configura el delito de “asociación ilícita”, que es lo que se conoce comúnmente como “crimen organizado”.
En tanto, el abogado y ex auditor general de la Armada, contraalmirante (J) en Retiro, Cristián Araya, explica que: «Esto está actualmente definido en el Código Penal recientemente modificado: ‘ART. 292: Toda asociación formada con el objeto de atentar contra el orden social, contra las buenas costumbres, contra las personas o las propiedades, importa un delito que existe por el solo hecho de organizarse.”
Para el profesor Gilberto Aranda el problema radica en «cuando la corrupción se institucionaliza se transforma en cleptocracia que es el gobierno de quienes roban. Y cómo se institucionaliza la corrupción, se institucionaliza a través de los especulados, de lo que es el nepotismo o incluso el clientelismo político cuando se transforman en prácticas permanentes, recurrentes que son partes de la praxis, estariamos frente a lo que la politología define como cleptocracia. Ciertamente que para el crimen organizado una de sus herramientas para penetrar el sistema político es precisamente es la corrupción».
Por su parte el ex candidato presidencial, profesor Eduardo Artés sostiene que: «La corrupción es algo inherente a un sistema basado nada más que en lucro, donde todas las manos sirven y donde la corrupción es una de las cosas preferidas, esto se da tanto el ámbito estatal como privado, privado o estatal según cual de las dos formas este dominando en un momento determinado. Ahora bien, nuestro sistema legal, la forma de relacionarse por llevar adelante sus obligaciones el Estado, en el caso de Chile, es de carácter solidario, vale decir a través de subvenciones a privados o el traspaso de recursos a privados le entrega a éstos grandes sumas para que puedan llevar adelante aquellas tareas que, en otros momentos, le corresponde realizar al Estado, entonces aquí el estado se lava las manos y entrega a privados, lo que pasa hoy día con las fundaciones es indiscutiblemente el resultado de este sistema y las fundaciones son lo mismo. Estamos frente a un crimen organizado, por que es un acto criminal pasar por encima de la Ley que en su espíritu plantea que es cooperar con el Estado sin fines de lucro, es probable que exista organización de quienes están usando los dineros del Estado a través de las fundaciones y la corrupción, yo no se -tengo mis dudas- pero considero que es totalmente factible que muchos alcaldes y alcaldesas conocidos, que han entrado en desfalco al Estado, en robo, en traspaso de dinero a sus cuentas incluso pueden estar dateados o intercambiar informaciones y adquirir algún tipo de organización, la misma cosa que en las fundaciones».