Hace semanas que los chismorreos de los pasillos políticos hablan de la partida de «figuras» (figuretis) mal llamadas «históricas» del Partido Por la Democracia (PPD) que fue fundado como un partido instrumental el 15 de diciembre de 1987, cuyo prinicpal rostro es el expresidente Ricardo Lagos; partido formado a partir de una planificada estrategia electoral para instalar en La Moneda a una figura progresista no contaminada con el viejo socialismo de los’70, claro, está lógica era obvia en plena dictadura donde había que evitar aparecer muy muy de izquierda y el PPD vino a cumplir ese rol algo así como la sandía verde por fuera y roja por dentro, como decían jocosamente algunos en su momento.

Pero a 36 años de su creación, han surgido voces de personajes como Heraldo Muñoz que dice: «El PPD ya cumplió un ciclo político (…) hay que ir hacia agrupaciones más amplias, y creo que eso se puede hacer mejor desde el PS«.

Muñoz, el ex presidente de la colectividad le dice a El Mercurio que: «Vuelvo al partido por decisión íntimamente personal y no como un acto de cuestionamiento al PPD o a quienes hoy lo dirigen (…) necesitamos un Socialismo Democrático potente ante el avance de la extrema derecha que pretende eliminar derechos, avances civilizatorios y revertir nuestro país a uno dividido y desigual; y también ante el peligro de los populismos de distinto signo, los maximalismos de izquierda», sostiene el excanciller de Bachelet.

Pero lo cierto es que después de la desfortunada presidencia de Natalia Piergentili, el partido se fue a pique, perdió poder, influencia y lo peor de todo -para ellos- el respeto ganado en estas tres décadas: ya no son refrente de nada e incluso la propia ministra Carolina TOhá, habilmente se sacudió de aparecer como ministra pepediana, y se autorotuló como ministra del Presidente Boric evitando así entrar en la crisis del partido y esta jugada le resultó: Hoy Tohá está por sobre el PPD y debe ser el PPS el que se adose a ella, es decir el partido la necesita a ella y no al revés.

aspin, según fuentes de INFOGATE.CL, Piergentili fracturó la relación con La Moneda y con Carolina Tohá, la hoy empoderada y poderosa Ministra del Interior que lleva las riendas del Gobierno de manera bastante «salvadora», sería la carta del progresismo y del socialismofrentamplista para la próxima presidencial.

Es en este escenario que los Muñoz y otros pepedianos prefieren salir de la colectividad, más cuando ecuperado -les guste o no – Guido Girardi ha vuelto a tener el mando y control real del partido (por cieto el poder ´factivo, es decir el real), además el exsenador goza de confianza del Presidente Boric. Tohá está cómoda con el giro que ha dado el PPD que sin duda puede ser su platafora para ser la carta presidencia, aunque falten dos años, y podría reencausar el dislocado partido tras el experimento Piergentili.

Por ahora Heraldo Muñoz, deberá contentarse con volver al redil que lo vio nacer, pero deberá hacer méritos si quiere alguna posición de privolegio en la mesa de Paulina Vodanovic que ha demostrado un férreo manejo y que se para de igual a igual a los también históricos y fácticos del PS. Es decir Muñoz no la tendrá fácil si quiere buscar «notoriedad».

Pepedianos en fuga….hace tiempo sí

Pero el problema del PPD se arrastra hace tiempo y no se le puede culpar a Piergentili de todo lo que pasa en el PPD. Ya en 2016 -tal como señaló en una nota INFOGATE.CL– el SERVEL daba cuenta que a mayo de ese año el PPD resgistraba 1.151 renuncias. Al 30 de septiembre de este año –informa el SERVEL- el PPD cuenta con un total de 27.907 militantes y es el octavo partido con más militantes. El primero es el PC con 45.973. EN 2018 el PD contaba con 34.525 militantes, es decir en cinco años ha perdido 6.618 pepedianos, a un ritmo de mil menos por año.e

Cabe recordar que en noviembre de 2021 en una mediática renuncia decía adiós Felipe HArboe junto a una treintena de militantes, en ese momento, la timonel del PPD, Natalia Piergentili le restó importancia y dijo: «la verdad es que estamos trabajando para tener mayor democracia interna y renovar los rostros del partido».