Todos los gobiernos han activado a sus Fuerzas Aéreas para repatriar a sus connacionales desde Israel y Palestina dada la escalada y la declararción de guerra que hizo Isarel (7 octubre) a Hamás.
Chile fue uno de los primeros países en anunciar que enviaría aviones mililtares para rescatar a sus connacionales de la zona de guerra y así lo ha hecho exitosamente. Los chilenos que estaban en Israal, en su mayoría, lo hacían en viajes de turismo religioso para conocer «Tierra Santa» y otros por diversas razones.
El tema es que el Ministerio de Defensa Nacional despachó al viejo boing de la FACh y un Hércules (avión de transporte militar y no un avión de lujo como creen algunos ignorantes) -tambien lo hizo Argentina- para poder sacar lo más rápido posible a los ciudadanos, pero a algunos de los repatriados simplemente no les gustó el avión y tras llegar a la segunda escala en Madrid, vía Atenas y al ver los microfonos de medios chilenos, algunos de ellos -de manera incomprensible- alegaron por la falta de comodidades del Hércules, ¿acaso se habrá dado cuenta el señor alegón que hay gente mucho más anciana que él que está caminando bajo las balas tratando de arrancar, como miles de abuelos y abuelas que huyen de Gaza y no tienen la suerte de contar con un «incómodo avión» que los lleve lejos de la guerra o bien ni siquiera cuentan con un lugar para dormir proqué sus casas fueron nombardeadas y este señor alega por falta de hotel?, eso es simplemente ser un desubicado y un indolente y no ser capaz de agradecer el esfuerzo de un país que con los impuestos de todos los chilenos hace posible ese rescate.
En su relato a TVN el señor argumenta: «Nuestro itinerario partió en Tel Aviv, directamente a Atenas y hubo muy buena coordinación… el primer periplo lo hicimos en un Boing que era bastante bueno, pero luego la salida fue en el Hércules, que es un avión de guerra, con condiciones casi infrahumanas… nosotros tenemos 70 o más años, y fue muy complejo, casi cinco horas de vuelo, sin baños disponibles. Llegamos al hotel y nos encontramos con un mar de gente, no teníamos habitaciones asignadas, en donde se produjo una disputa… nos entregaron habitaciones bien a última hora”. Este personaje explció en cámara que “no soportaría un vuelo de 24 horas en un Hércules”, por lo que “vamos a irnos por nuestra propia cuenta” y estaban coordinando con la agencia de viajes retornar a Chile vía París.
