El principal sospechoso de haber cometido la matanza de 18 personas en Lewiston fue encontrado muerto cerca del río Androscoggin, informó el comisionado de seguridad pública de Maine, Mike Sauschuck.
“Como mucha gente, esta noche respiro una señal de alivio al saber que Robert R. Card ya no es una amenaza para nadie”, dijo la gobernadora del estado, Janet Mills, agregando que «también sé que su muerte tal vez no traiga consuelo a muchos«.
Card, un reservista de 40 años, es quien estuvo en la mira de las autoridades en los últimos días por los crímenes cometidos en Maine. Durante las dos últimas jornadas, la policía había realizado una búsqueda incesante de su paradero. «Vamos a estar por todas partes», había dicho horas antes Sauschuck.
Buzos, drones y botes para dar con Card
La búsqueda se reforzó en los alrededores y en las aguas del río Androscoggin, cerca del pueblo de Lisbon, a unos 12 km de Lewiston, donde fue encontrado el vehículo Subaru blanco en el que se cree que el atacante huyó de la escena.
Botes, buzos y hasta drones se desplegaron para buscar “posibles cuerpos”.
Equipos tácticos SWAT y del FBI requisaron el jueves propiedades de la familia Card, que es dueña de varios acres en la localidad de Bowdoin.
En una vivienda asociada al hombre hallaron una nota suicida dirigida por él a su hijo, como confirmaron dos oficiales de policía que hablaron bajo condición de anonimato a la agencia AP, aunque la misma no contenía información sobre las motivaciones del tirador para el ataque en Lewiston.
La versión no fue validada por Sauschuck, quien precisó que no estaba “preparado para hablar sobre el contenido (de la carta)”.
La masacre es la peor en la historia de Maine, un estado habitualmente seguro, que el año pasado registró 29 muertes violentas, muy por debajo de los índices de otros estados del país.
Poco a poco han comenzado a surgir revelaciones sobre el estado mental del reservista, de quien un vecino, Dave Letarte, dijo haber notado que tenía aparentes problemas de salud mental durante algún tiempo.
Card fue sometido a evaluación psiquiátrica a mediados de julio, luego de que autoridades del regimiento en el que servía como reservista informaran que había mostrado un comportamiento «errático«.