Por: Rodrigo Mortara, Gerente general de Despapeliza
Para ser producida, una hoja de papel requiere de diez litros de agua. Y un documento legal, de tres o cuatro páginas en promedio, podría necesitar, entonces, hasta 15 o 20 veces la cantidad de agua que un ser humano debe consumir a diario.
Naciones Unidas considera que tres de cada diez personas en el mundo no tienen un acceso seguro a agua potable y su escasez afecta al 40% de la población global.
En este contexto, la digitalización de los trámites y documentos de carácter legal es tanto una oportunidad para ahorrar costos, como un imperativo ético para la sociedad contemporánea debido a sus potenciales beneficios sanitarios, sociales y medioambientales.
En Chile, donde hemos logrado importantes iniciativas a nivel regulatorio y de políticas públicas en contribución a la crisis climática (la evolución de nuestra matriz energética o leyes como la del reciclaje o de cambio climático, por mencionar algunas referencias), tenemos un importante margen de mejora en la digitalización de la documentación legal.
En nuestro proyecto, como referencia, hemos logrado gestionar en promedio 25 mil documentos al mes, lo que contribuye con un ahorro de más de 750 mil litros de agua cada 30 días. Cada cliente reduce alrededor de tres toneladas de papel, equivalentes a 10 mil litros de agua.
Estos recursos físicos exigen, al mismo tiempo, un intensivo uso del transporte, generando una importante emisión de gases de efecto invernadero.
Y este impacto es aún mayor: según Greenpeace, la industria del papel es responsable del 40% de las talas de árboles en el mundo. Un árbol adulto puede llegar a absorber hasta 150 kilogramos de Co2 al año, de acuerdo a datos de la FAO. Despapeliza, por ejemplo, ha logrado evitar la desaparición de 144 mil árboles gracias a sus proyectos en más de cien empresas.
Entonces, no hay razones para que no asignemos a transitar al “cero papel”, el valor que verdaderamente tiene: el cuidado del agua, la protección de nuestros árboles y el calentamiento global son solo algunos de los indicadores que así lo evidencian.