Por: David Muñoz – CEO de Creditú
El sector inmobiliario ha experimentado cifras preocupantes en los últimos tiempos, y esta tendencia parece agravarse aún más. Recientemente se ha informado que las promesas de venta de viviendas disminuyeron en un 45% durante el primer semestre, evidenciando un notorio incremento en los desistimientos.
Para esto, hay miradas simplistas que culpan de este problema a las tasas de interés actuales, pero el problema es mucho más profundo, y tiene que ver con el acceso a créditos hipotecarios, ya que las condiciones que solicita la banca actualmente solo deja aprobados a los clientes en mejores condiciones, y sabemos que esa no es la situación de la mayoría de los chilenos al día de hoy.
El panorama no cambiará mientras los clientes mantengan una posición desventajosa frente a la banca, una situación que se agrava debido a los bajos ingresos y al elevado endeudamiento, impulsado por políticas cada vez más restrictivas.
De seguir las políticas como están, seguiremos teniendo un país con menos propietarios, y el futuro no se ve muy diferente.
Para lograr un cambio real y permitir que las familias chilenas tengan la posibilidad de acceder a una vivienda, es esencial mejorar el acceso y la flexibilidad para los clientes. Esto implica la implementación de políticas crediticias más favorables, programas de apoyo financiero y soluciones habitacionales asequibles.