El expresidente Sebastián Piñera acusó este viernes que durante el estallido social de octubre de 2019, su gobierno fue víctima de un “golpe de Estado no tradicional” de grupos que usaron la violencia para debilitar las bases de la democracia y que estaban dispuestos a “destruirlo y quemarlo todo”.

En conversación con radio Mitre de Argentina, Piñera dijo que actualmente la democracia está retrocediendo en todo el mundo y “no es que los enemigos de la democracia avancen y tengan mucho talento, sino que los defensores de la democracia hemos estado poco activos”.

En ese sentido, explicó que “la violencia es otro cáncer que tenemos en América Latina”, añadiendo que lo ocurrido en el país en octubre de 2019 fue “un golpe de Estado no tradicional, porque no fueron las Fuerzas Armadas”.

“Este fue un golpe de Estado para debilitar las bases mismas de la democracia y usaron brutalmente la violencia, una violencia irracional que estaban dispuestos a destruirlo todo, iglesias, colegios, hospitales, monumentos, lo que se cruzara por su camino y el fuego fue un gran aliado de estos terroristas anarquistas que quisieron destruir nuestro país”, mencionó.

En cuanto al estallido social, Piñera sostuvo que debería llamarse “estallido de violencia irracional, destructiva y que no respetaba a nada ni a nadie”.

“Esa violencia le causó un daño gigantesco a nuestra sociedad y desgraciadamente hubo algunos sectores de nuestro país que la toleraron, la ampararon, la protegieron, la motivaron y eso no hay que permitirlo nunca”, precisó.