La alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, señaló la mañana de este lunes que los hechos de violencia registrados en colegios, especialmente en los denominados emblemáticos como el Liceo de Aplicación, el INBA, el Barros Borgoña o el Instituto Nacional, son “hechos aislados” y que se desarrollan de forma “menos continua en el tiempo” y realizados por un grupo “muy acotado de personas”, por lo que el Municipio ha expulsado a 30 alumnos en lo que va del año.
“En nuestra comuna lamentablemente hace muchos años han habido situaciones graves que afectan a la educación pública, que afectan al espacio público e incluso a la convivencia, que han podido afectar la integridad de distintas personas a lo largo de estos años”, precisó.
En ese sentido, Hassler explicó que “frente a eso nosotros hemos sido muy claros, estos hechos no pueden quedar en impunidad y esto requiere, por tanto, de la aplicación de los Reglamento Interno de Convivencia Escolar y también de la investigación de las policías y la Fiscalía para que no queden sin sanción aquellos hechos que son constitutivos de delito”.
Asimismo, la autoridad comunal dijo que en tales procesos “a la fecha, se contabilizan 30 expulsiones por faltas de carácter gravísimo y 24 cancelaciones de matrícula por faltas al RICE del establecimiento en particular”.
Hassler mencionó que como municipio se seguirá fortaleciendo la educación pública y “hemos hecho el mayor aporte del Municipio de Santiago a educación en la historia de nuestra comuna, y vamos a seguir con esa fuerza, porque vemos que hay mucha capacidad en nuestras comunidades”.
“Nos parece clave que puedan romper estas dinámicas que se han dado en establecimientos educacionales, tanto por estudiantes muchas veces como también por personas externas a las comunidades educativas y por personas adultas que han sido, por ejemplo, detenidas en flagrancia”, dijo.
En cuanto a los alumnos expulsados, la alcaldesa apuntó a que “una expulsión, como el nombre bien lo dice, justamente señala la expulsión del establecimiento educacional. Obviamente, el Ministerio de Educación tendrá la tarea posteriormente de entregar algún espacio para la educación. Pero, que nos parece clave que pueda ser rompiendo estas dinámicas que se han dado en establecimientos educacionales”.
Hassler también sostuvo que en los hechos de violencia en los colegios participan adultos que no tienen nada que ver con los establecimientos, agregando que también han sido protagonizados por “estudiantes, muchas veces, como también muchas veces por personas externas a las comunidades educativas y por personas adultas que han sido, por ejemplo, detenidas en flagrancia en algunas de las ocasiones de estos hechos lamentables”.
“A diferencia de otros años, cada vez más estos hechos son muy aislados, son menos continuos en el tiempo. Pero, además, por un grupo muy acotado de personas y esas personas no pueden afectar a toda la educación pública. Por eso que hemos actuado con reglamentos internos de convivencia escolar y con las demandas y querellas para que la justicia pueda actuar en aquellos hechos que son constitutivos de delito”, remató.