Chile y muchos países latinoamericanos se han entregado en cuerpo (gobierno de turno incluido) y alma (empresariado) a China, perdiendo competitividad e industria ante los productos subvenionados chinos, como le ocurre al acero chileno que está en punto muerto gracias al acero cino.
En este contexto es cosa de ver Argentina y Perú ambos con altísima presencia y control de áreas estratégicas en manos chinas, lo mismo ocurre en Chile que cada día depende más de ese país, la distribución eléctrica esta bajo control de Pekín, el Litio, carreteras son chinos y no de empresas privadas sino que del Estado Chino que controla todo, es decir una nueva forma de colonialismo comercial.
Curiosamente este sábado salieron algunas voces pidiendo que el Presidente Boric no siga cuestionando los DDHH y China (no vaya a ser cosa que se moleste el gigante asiático), tal como lo plantea el exembajador chileno Jorge Heine: «Se entiende que los derechos humanos, obviamente, es un tema importante, pero es uno de muchos temas. Debe ser tratado, pero de ahí a, como han intentado algunos, que sea el centro y el principal de los planteamientos del Presidente Boric en China me parece un despropósito, no es esa la manera que se conducen las relaciones internacionales. Eso no lo hace el presidente Biden (EE.UU.), no tiene porqué estar haciéndolo el Presidente Boric«, es esta mima línea opinó el también exembajador en Pekín, Fernando Reyes Matta
Pero, lo que resulta más extraño, es la entrevista al embajador de Chile en China, Mauricio Hurtado y que publica el portal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, en la que solo falta que dijera «queremos ser parte de China», la entrevista del Minrel chileno es una oda y una genuflexión a China, y en la que plantea por ejemplo que Chile seguirá siendo un proveedor de materias primas sin ningún valor agergado proque obaviamente ello viene desde China, es decir seguirá ladependencia de un mercado que significa pérdida de la soberanía alimentaría porque la agricultura chilena está al ritmo de lo que quiere China como pasa con las cerezas; nuestros productores cambian los históricos cultivos para satisfacer los requerimientos chinos sin pensar en lo local y en esto hay responsabilidad del Estado de Chile, en que el país está importando productos agrícolas que antes se cultivaban en Chile, por ello es nefasta la entrevista a este embajador que más bien parece un vocero de la Cancillería China.
No se trata que no existan relaciones fuertes con China, sino que sean equilibradas y a lo menos se proteja -en algo- la soberanía nacional que no solo tiene que ver con el territorio sino que con el control que hacen las potencias en áreas estratégicas como la producción agrícula, el trasnporte, la energía, ello también es soberanía.
Ante la pregunta —¿Qué pasa con los temores de algunos sectores que ven con resquemor el aumento de la influencia de China en la región?
“China es en este momento el socio comercial más importante de más de 110 países en el mundo, lo que la hace tener un peso económico relevante. Yo no veo que alguno de estos países esté reclamando contra esta presencia china, sino que, al contrario, la están propiciando.
Los jefes de Estado de América Latina vienen a China precisamente pidiendo que haya más presencia de China en sus países, en sus economías, para abordar estas áreas, en que todavía nosotros tenemos déficit y en este momento China es probablemente el único país que está en condiciones de asistir y en situación de cooperar activamente en el desarrollo después de la pandemia”.
Hurtado plantea que “Estamos muy expectantes con la visita del Presidente Gabriel Boric a China. Va a significar un relanzamiento de la relación bilateral, para que llegue a nuevos niveles”.
También se le pregunta a Hurtado ¿Cómo ve las relaciones bilaterales, y específicamente las relaciones comerciales, después de la pandemia?
“Las relaciones están en un muy buen momento. Estamos empezando una nueva etapa tras la reapertura de China, después de haber pasado casi tres años muy cerrada. A contar de febrero, se reabrió China en todas sus dimensiones y estamos recibiendo una enorme cantidad de delegaciones chilenas que están viniendo de todos los rubros, en fruticultura, salmonicultura, minería, vino; todas las semanas tenemos dos o tres delegaciones. Vengo llegando de una feria de frutas, donde asistieron más de 200 empresas chilenas para promover distintos productos frutales, especialmente la cereza. Estamos en un momento de mucha expectativa respecto de lo que viene por la próxima temporada de las cerezas, pero también para ampliar la canasta exportadora nuestra con China, mediante la suscripción de nuevos protocolos que permitan ampliar los productos chilenos que están llegando”.