El fiscal de Tarapacá, Raúl Arancibia, confirmó este viernes que uno de los cofundadores de la banda criminal venezolana Tren de Aragua, conocido como “Larry Changa”, estuvo residiendo en Chile por dos o tres años, pero que al iniciarse los procedimientos contra la organización se “fue del país”, acusando de paso al gobierno de Nicolás Maduro por no tener una comunicación directa por este tipo de temas.
En conversación con radio Universo, el persecutor dijo que Chile ha sido un lugar propicio para que esta banda criminal pueda establecer sus negocios, añadiendo que lo hacen por “distintas razones, puede ser por su estabilidad económica u otras, no les sabría decir con exactitud, pero sí fundamentalmente por la facilidad que da la frontera nuestra”.
En ese sentido, Arancibia precisó que “eso es un tema para ellos muy importante, porque pueden entrar y salir del país con bastante tranquilidad y eso permite también controlar esa frontera. Es una frontera inmensamente importante del punto de vista ilícito”.
En cuanto a la presencia de líderes del Tren de Aragua en el país, especialmente el “Niño Guerrero”, el fiscal precisó que hubo “cofundadores” en Chile como fue el caso de “Larry Changa” que “estuvo en Chile viviendo dos o tres años y luego, cuando empezaron los procedimientos contra el Tren de Aragua, se fue del país”.
Asimismo, confirmó que la banda criminal está desplegada en distintos puntos de América, añadiendo que “lo que pasa es que se hace más conocido Chile y Perú, sobre todo, porque hemos sido los países que hemos actuado de mayor forma en contra de ellos (…) sale más información en el diario porque hemos tenido la preocupación con la gravedad de lo que significa que se instale en nuestro país una organización criminal de esa magnitud”.
Arancibia también criticó al Gobierno de Nicolás Maduro, indicando que “no hay una comunicación directa con el Gobierno venezolano, nunca hemos tenido colaboración del Gobierno venezolano”.
En ese sentido, remató apuntando a que “tenemos una enorme cantidad de gente de esa nacionalidad y la mayoría de ellos, o muchos de ellos, ni siquiera sabemos quiénes son con exactitud porque no tenemos sus antecedentes anteriores, no tenemos su real identidad (…) ha sido para nosotros un trabajo y un problema enorme tratar de elucidar”.