· La combinación de bebidas alcohólicas y medicamentos nunca ha sido aconsejable, ya que muchos fármacos son metabolizados por el hígado al igual que el alcohol.
Las fiestas patrias son una de las festividades más esperadas por los chilenos, en las que las fondas, los asados familiares y las juntas con amigos van acompañados del consumo de bebidas alcohólicas. Las autoridades y los médicos vuelven a advertir en esta época los peligros de beber en exceso, consecuencias que pueden ser peores si se está tomando medicamentos.
Por eso, la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa) aconseja tener precaución al ingerir bebidas alcohólicas si una persona se está medicando. “Se debe tener conciencia que cuando una persona está tomando medicamentos, el alcohol está contraindicado. Beber una copa puede producir efectos secundarios peligrosos”, advierte su vicepresidente ejecutivo, Elmer Torres.
Estos riesgos aumentan con la edad. “A medida que uno envejece, suele incrementar la cantidad de medicamentos que ingiere, los cuales se eliminan del cuerpo más lentamente”, afirma Torres. “Se recomienda tener mayor preocupación y beber siempre con moderación”, agrega.
Riesgos de medicamentos y alcohol
La combinación de bebidas alcohólicas y medicamentos nunca ha sido aconsejable, ya que muchos fármacos son metabolizados por el hígado al igual que el alcohol, lo que puede causar reacciones adversas como: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, letargo, desmayos o pérdida de la coordinación. Estas reacciones pueden ser peores o más graves dependiendo del medicamento y la cantidad de alcohol que se consume.
A continuación, Asilfa entrega un listado de los medicamentos que no deberían mezclarse con la ingesta de alcohol, ya que sus consecuencias son nocivas para la salud, incluso algunos pueden causar la muerte.
1. Medicamentos para reducir la tensión arterial: hidroclorotiazida, felodipina, nifedipina, verapamil, amlodipina, quinapril, benazepril, lisinopril, enalapril, losartán, doxazosina, terazosina, prazosina, clonidina, entre otros.
De acuerdo a los especialistas, los fármacos recetados a personas que sufren de hipertensión arterial no representan una buena combinación con las bebidas alcohólicas. La mayoría de esos medicamentos actúan como diuréticos, vasodilatadores o bloqueadores de sustancias que contraen los vasos sanguíneos. Al mezclarse con el alcohol se potencia el efecto y pueden ocasionar mareos, desmayos, arritmias y otros eventos que pueden resultar peligrosos.
2. Analgésicos potentes, sedantes y pastillas para dormir: estupefacientes, ansiolíticos psicotrópicos, etc.
Según el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA, Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y Alcoholismo), presentan reacciones con el alcohol como somnolencia, respiración lenta o dificultosa, discapacidad motriz, comportamiento inusual y problemas con la memoria. En raras ocasiones las interacciones pueden causar daños graves incluso hasta la muerte.
3. Medicamentos para la artritis: Celecoxib, Naproxeno sódico, Diclofenaco sódico, entre otros.
Sus posibles reacciones con el alcohol son úlceras, sangrado estomacal, daño del hígado. Hay que evitar el alcohol sobre todo si se está tomando Celecoxib, ya que el medicamento de por sí trae consigo un riesgo más alto de efectos secundarios cardiovasculares, tales como ataques cardíacos y derrames cerebrales, y el riesgo aumenta con el alcohol.
4. Medicamentos anticoagulantes: Warfarina, Apixaban, entre otros.
Beber alcohol junto con estos fármacos puede ocasionar una hemorragia interna; si es en exceso puede causar hemorragias o el efecto opuesto, resultando en coágulos, derrames cerebrales o ataques cardíacos. En especial, quienes toman Warfarina, deberían abstenerse de beber alcohol pues el hígado produce proteínas que facilitan la coagulación en la sangre.
5. Antibióticos: Azitromicina, Metronidazol, entre otros.
A pesar de que un gran número de antibióticos no interactúan de manera peligrosa con el alcohol, algunos sí. Las posibles reacciones son: ritmo cardíaco acelerado, cambios bruscos en la presión arterial, dolor de estómago, vómitos, dolor de cabeza y daño del hígado. El alcohol también puede empeorar síntomas comunes desagradables causados por los antibióticos (malestar estomacal, mareos, entre otros), lo que puede hacer que el paciente tarde aún más en recuperarse.
6. Medicamentos para la diabetes: Glipizida, Glibenclamida, , Clorpropamida, entre otros.
Consumir estos medicamentos con alcohol hace que los niveles de azúcar en la sangre desciendan a niveles peligrosamente bajos, causando la «reacción de sofocación», la cual incluye náuseas, vómitos, problemas de presión sanguínea, dolores de cabeza y ritmo cardíaco acelerado. Además que estos medicamentos pueden impedir la descomposición del alcohol.
Por estos motivos, Asilfa aconseja abstenerse de beber alcohol cuando se están tomando medicamentos y siempre consultar al médico de cuáles son las precauciones que se deben tener no sólo en cuanto a la ingesta de bebidas alcohólicas, sino en la alimentación y otros cuidados cuando se está en tratamiento.